SIGNIFICADO DE NUESTRO LOGO

El logo de la Familia Bateyera forma parte importante de nuestra Identidad Cultural, siendo esta identidad un conjunto de valores, orgullos, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elementos dentro de un grupo social, y que actúan para que los individuos que lo forman, puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia que hacen parte a la diversidad, al interior de las mismas en respuesta a los intereses, códigos, normas y rituales que comparten dichos grupos dentro de la cultura dominante.

El por ello, que hemos escogidos dos símbolos fundamentales, que permiten identificar a todos los bateyeros. Primero, el ferrocarril que es el vehículo formado por una serie de vagones enganchados y que son arrastrados por unos rieles, de los que tira una locomotora (la Changui Chanqui), por décadas ha sido el medio utilizado para trasladar la caña, desde los campos de cultivos hasta el Ingenio Barahona. La luz de la Changui Changui, es el faro que nos sirve de guía para alejar a nuestra Familia Bateyera de la oscuridad, y en cambio, transitar por los senderos de la claridad unidos como hermanos. Segundo, la caña de azúcar que es una planta proveniente del sureste asiático. Se dice que fue traída a América, por Pedro de Atienza, en el segundo viaje de Colón a la Isla Española.

La caña con el manojo de raíces, representa la dulzura que nos ata a nuestro pasado, un pasado caracterizado por una niñez dulce como la caña, con raíces entronizadas en nuestro Batey Central.

Todo miembro de la Familia Bateyera, idéntica nuestro Batey Central, con la locomotora, el ingenio y la caña de azúcar. Por eso, hemos tomado la fuerza de la locomotora, lo dulce de la caña de azúcar sujetada fuertemente de sus raíces a la realidad del terreno, la luz que proyecta el Tren y que como faro nos ha de conducir por el camino que nos lleve al éxito; pero sobre todo que nos permita mantenernos Unidos Por una Misma Causa, construyendo con la presencia de cada uno de nosotros, el andamiaje que ha de constituir el ingenio que cada miembro de la Familia Bateyera lleva dentro, con todas y cada una de las dependencias necesarias para convertir lo amargo en dulce, como la caña en azúcar.