Por: Ing. Carlos Manuel Diloné
Cápsula de Historia
Al Generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo Molina le gustaban los homenajes, se desvivía por ellos, no podía ser feliz sin el llamativo o la notoria devoción, así que constantemente había que estar pronunciando discursos, conferencias, o publicando artículos ensalzando su persona y elogiando su obra.
Periódicamente se levantaban bustos, se celebran reuniones, o mítines en cada aldea, barrio, ciudad, en fin en todo el país, en homenaje, al Jefe Supremo.
Se decían misas por la salud del Benefactor de la Patria; se hacían y cumplían promesas por su salud y bienestar; en fin se celebraban más misas y procesiones por Trujillo, que por la virgen de la Altagracia que es la patrona de la República Dominicana.
Por ello, mediante la Resolución número 5053, del Congreso Nacional, fue autorizada la erección de un busto del Generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo Molina, benefactor de la Patria y Padre de la Patria Nueva, en el Central Barahona, esta Resolución fue publicada en la G. O. No. 8317, del 27 de Diciembre de 1958.
El Comité Local Pro-Busto al Padre de la Patria Nueva, Generalísimo Trujillo de la provincia de Barahona, solicitó a la Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes, autorización para erigir un Busto al Generalísimo Doctor Rafael L. Trujillo, en el Central Barahona.
El día 10 de diciembre del año 1958, fue autorizado el Comité Local Pro-Busto al Padre de la Patria Nueva, Generalísimo Trujillo de la provincia de Barahona, a erigir dicho busto, “como justiciero homenaje del sentir de todos los habitantes, agradecidos por los incontables beneficios recibidos del eximio Conductor del Pueblo Dominicano”.
Para celebrar la erección del Busto a Trujillo, en el Parque Benefactor, que es el parquecito que está frente al Country Club, todas las autoridades de la provincia de Barahona se dieron cita, de la iglesia católica se trasladaron los bártulos de oficiar misa, para que el padre Gumersindo oficiara una solemne liturgia.
“Trujillo no es uno de esos dioses que se contentaría con el sacrificio de un Cordero. Oh, no. Es preciso para calmar su ira, sacrificar la dignidad de un pueblo”.
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