Por: Ing. Carlos Manuel Diloné
Durante mucho tiempo la economía de Barahona, estuvo fundamentada en el corte de madera y el cabotaje, convirtiéndose el puerto de Barahona en la salida natural de los rubros de Azua. Para el año de 1917, fecha en que inicia la construcción del Ingenio Barahona, en la provincia existía solamente “una plantación de cacao: la finca Nueva Rosa, de los Sres. Luis E. Del Monte y Jovino Guevara, situada en La Ciénega, común de Barahona.
La finca tiene, aproximadamente, 325 tareas cultivadas de cacao, con 25,000 matas sembradas a distancia de 13 pies y medio una de otra, en todas direcciones. La producción máxima de cada mata es de 6 kilos. La mínima de 2 kilos. Actualmente sólo se cosechan anualmente 5,000 kilos porque gran número de matas no han entrado aún en el período de producción, sin contar con que los dos últimos ciclones deterioraron muchos árboles, que no estarán restablecidos de los daños que sufrieron hasta dentro de algún tiempo.
Hasta ahora no sale para el exterior por el puerto de Barahona, más que café, maderas y pieles. El café excelente, mejor que cualquier otro de producción dominicana. La madera, hay mucha, pero no se exporta tanto; y pieles una cantidad poco importante. No hay más de cuatro sembrados de cacao en toda la común.
El total de lo exportado en el transcurso del año 1915 sumó un valor de $26,883.57, produciendo al fisco $495.06 de renta aduanera. De importación del exterior no hubo una sola operación en todo el año. La provincia se surtió de la plaza de Santo Domingo y, subrepticiamente, de Haití.
Es tierra de mucho porvenir cuando disponga de población, de técnica, de capital y de una buena administración pública que todo lo cobije y lo ampare sabiamente.
Pero, hasta ahora, parece que la población es muy escasa y que, naturalmente, cuanto ha de derivarse de ella es escaso también.
Los barahoneros no deben adscribirse a vanidades infundadas. Su orgullo no debe estribar en lo que son ahora, sino en lo que están llamados a ser si meten todo el hombro al progreso de la región y del país”. Ver publicación del Listín Diario, 3 de marzo de 1917.
Para el año de 1922, fecha en que inició la primera molienda el Ingenio Barahona, se hacía necesario la adecuación del muelle, para adaptarlo a las nuevas necesidades de exportación de azúcar, para ello el Gobierno Militar, mediante la Orden Ejecutiva No. 604, publicada en la Gaceta Oficial No.3199, de fecha 24/02/1921, destinó de los Fondos del Tesoro Nacional no Comprometidos de otra Manera, la suma de (Trece Mil Dólares) $13,000.00, para construir una extensión en el Muelle del Puerto de Barahona.
En virtud del Contrato de fecha 08 de Abril de 1921, celebrado entre el Gobierno Militar y la empresa Barahona Company, Inc., y en razón de que dicho Contrato había sido declarado, ratificado y confirmado por ambas partes, para el acuerdo sobre la construcción por dicha empresa, de 154 pies 6 pulgadas de muelle, por 32 pies de ancho, como una extensión del muelle del puerto de Barahona, por la suma de $13,000.00, cantidad que el gobierno debe pagar a la Sociedad Barahona , Inc., de los fondos asignados para este fin, en virtud de la Orden Ejecutiva No.604, seis meses después de la finalización de la obra, o el 17 de agosto 1921. Ver Resoluciones del Gobierno Militar, correspondientes a los meses de Abril, Mayo y Junio de 1921.
De lo leído precedentemente, se desprende que el Muelle del Puerto de Barahona, antes de iniciar sus operaciones el Ingenio Barahona, tenía poca actividad comercial, y que se hacía necesario adecuarlo para la exportación de azúcar del referido ingenio. El movimiento intelectual de Barahona, para esa época, estaba integrado por J. B. Montolío Germán, Cástulo Valdés, Rafael M. Peréz, Ml. A. Coiscou, Carlos A. Mota, Luis E. del Monte, F. Sierra, entre otros.
Ya en dos ocasiones anteriores, mediante el Decreto No.3310, de fecha 4 de Julio de 1893 y mediante la Resolución No.3763, de fecha 29 de Octubre del año 1897, este puerto había sido cerrado al comercio de importación, alegando las mismas razones: “que las operaciones de importación que se realizan por el puerto de Barahona no rinden ni siquiera la utilidad indispensable para atender a los gastos que ocasiona el tren de empleados designados para el servicio de aquella Aduana”.
“En 1918, la compañía de capital norteamericano Barahona Sugar Company comenzó a explotar una importante finca de caña de azúcar, establecida en la sección de Palo Alto. Como consecuencia directa de la instalación del ingenio, la economía de la provincia evolucionó rápidamente, sobre todo a partir de su primera zafra, que tuvo lugar entre 1921 y 1922, años en los que también se modernizó el muelle del puerto de Barahona.
A partir de entonces las exportaciones de azúcar, madera, café, ganado, maíz, habichuelas y otros productos experimentaron un crecimiento acelerado. Esta situación de prosperidad cada vez mayor atrajo también la inmigración extranjera, principalmente de árabes y haitianos, así como de españoles y de personas de otras nacionalidades, lo que hizo que la población aumentara a un ritmo más veloz. Según el censo de 1920, la provincia de Barahona tenía 48,182 habitantes, de los que 5,431 eran extranjeros, es decir, un 11.3 % de su población total, y a la ciudad de Barahona le correspondían 3,826 habitantes”. Ver Los Procesos Migratorios y su Contribución al Perfil Social del Suroeste Dominicano: El Valle de Neyba (Siglos XVIII-XX), por Luis Alfonso Escolano Giménez.
De todo lo anterior, se desprende que grandes fueron y han sido, los aportes del Ingenio Barahona, de cara con el desarrollo social y económico, logrado por la provincia y toda la región Sur del país.
También te podría interesar
-
INFORME ANUAL CÁMARA DE COMERCIO DE BARAHONA-1935
-
Hecho atroz durante la guerra de los seis años (1868-1874) ocurrido en el sur dominicano
-
El damero (hoy sería duvergense) Hermenegildo Pérez, permaneció en Haití sorprendido por la revolución contra la administración del presidente Buenaventura Báez (1868-1874)
-
A tres días de haberse iniciado la Revolución de Los Bimbines, el presidente Lilís escribió carta de amor desde Santo Domingo, a Filomena Acosta (Meme) en Duvergé (antes Las Damas)
-
Tienda «El Aumento» en la calle Nobleza en Duvergé, año 1923