Por: Ing. Carlos Manuel Diloné
PARTE I
Ante el conflicto surgido entre Haití y República Dominicana, por la construcción unilateral de un canal de derivación por parte de Haití, en el río binacional Dajabón, en franca violación con lo dispuesto por el artículo 10 del Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje firmado en 1929, que prohíbe toda “obra susceptible de mudar la corriente de aquellas o de alterar el producto de las fuentes de las mismas”.
Decidí consultar a mi padre, que como campesino y hombre de avanzadísima edad (nació el 25/1/1908) me pudiera ilustrar en el asunto de este canal. Me explicó lo siguiente:
-Con los haitianos no se puede hacer acuerdos, ellos nunca han respetado ningún convenio y siempre han creído que nuestro país les pertenece, busca en la historia y encontraras muchísimas artimañas que han hecho y harán para sacarnos ventajas. Me explicó cómo en 1921, teniendo él 13 años, escuchó que estando un grupo de empleados dominicanos haciendo el Censo de la población dominicana por la sección de Banane, (Pedernales) al mismo tiempo en que este se ejecutaba en toda la República, miembros de la Gendarmería Haitiana penetraron por Pedernales, y arrestaron en territorio dominicano a los empadronadores del primer censo nacional que se encontraban trabajando en esa común. Mientras eran conducidos en calidad de prisioneros hacia Haití, ellos lograron hábilmente escapársele a los custodias, retornando al sector dominicano dando la voz de alarma inmediata, cuando se realizaron las investigaciones de rigor se comprobó que la Gendarmería haitiana tenía un Puesto de Guardia en Benane al lado Este del Río Pedernales.
-Me informó que su papá (mi abuelo), le contaba de un incidente que había sucedido en Dajabón, en el año 1901 cuando los haitianos quisieron, al igual que ahora, desviar las aguas del río Dajabón, en esa ocasión circuló la noticia en todo el país de que el Gobierno haitiano pretendía desviar el curso del río Masacre, lo que motivó que el gobernador de Dajabón, se apersonara al lugar para cerciorarse de la certeza de los propósitos que el Gobernador de Fort Liberté mantenía sobre la desviación del río Masacre.
-Muchos millares de dominicanos se fueron a Dajabón alistados como soldados voluntarios, dispuestos a mantener por todas las vías de hecho y de derecho, la integridad del territorio dominicano, robado por los soldados haitianos. De pronto nos brotó el patriotismo entre los dominicanos, los ánimos estaban caldeados, los aprestos bélicos fueron tanto más perceptibles, cuanto más peligrosos para el invasor. De esta suerte, la Guardia usurpadora fue retirada, yéndose a pernoctar sobre el lado haitiano. Para solucionar esta tirante situación, convinieron los Gobiernos Domínico-Haitiano, poner pirámides que delimitaran las fronteras de ambos países.
-Me dijo que en todos los años que lleva como agricultor, es la primera vez que observa cómo un canal se construye al revés, que los canales de derivación de aguas, se construyen desde la toma de agua (el río) hacia el lugar donde quieren conducir las mismas, pero que los haitianos lo han construido al revés, o sea ellos han empezado de atrás hacia adelante, con el agravante de que al llegar a la toma del río el referido canal tiene una altura muy elevada. Diciéndome, si construyen un dique, elevarán el nivel del río Dajabón y provocaran inundaciones en toda Juana Méndez. Expilándome, además, que de la única forma que podría conducir agua ese canal es por medio del empleo de un sistema de bombas eléctricas, diesel o de gasolina (bombeo).
-Al decirme que los canales siempre él los ha visto en forma de V (trapezoidal), y no en forma rectangular, le sugerí que me quería decir con eso.- En verdad no lo sé- Me dijo, investiga tú que eres ingeniero, pero desde los tiempos de la ocupación norteamericana los he visto así.
Le pregunté ¿Padre el río es de Haití o de República Dominicana? El río es de Dios, me contestó- Aunque el río Dajabón nace en nuestro país, se alimenta de cuencas hidrográficas que están en ambos países, lo mejor es llegar a una negociación, pero cómo te expliqué hijo mío, con los haitianos no se puede acordar nada. República Dominicana debe construir la solución a esta problemática de las aguas con Haití y construir una presa para de forma justa, compartir las aguas con los haitianos, nunca hacerle caso a los organismos internacionales que desde antes de 1901, jamás han resuelto nada.
Me he quedado con estas orientaciones de mi padre y de seguro indagaré los antecedentes de estos conflictos, para en una próxima entrega ampliar los conceptos históricos que permitan conocer este accionar tan errático de los vecinos haitianos.
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