Por José A. Mateo Gil.
3 de agosto del 2021.
En la década de los años 60, el pueblo dominicano fue testigo de los hechos históricos más relevantes, acontecidos luego de la independencia y la restauración de la república. Esta década despierta un interés muy especial a nuestra generación, por ocurrir en ella una serie de acontecimientos que los historiadores han contado a medias, debido fundamentalmente a que algunos de sus actores o sus familiares más cercanos aún viven. Lo cierto es, que la sociedad dominicana ha tenido que cargar con lo que se ha dicho y lo que se ha dejado de decir sobre lo sucedido en la referida década.
En el período comprendido de 1960-1970, se protagonizaron 10 hechos o eventos que cambiaron y marcaron el rumbo de la historia dominicana, estos fueron: 1) En el año 1960, el asesinato de las hermanas Mirabal. 2) En el año 1961, el ajusticiamiento de Trujillo. 3) En el año 1961, la expulsión de la familia Trujillo de tierras dominicanas. 4) En el año 1962, la celebración de las primeras elecciones libres luego de la caída de la dictadura. 5) En el año 1963, el triunfo del primer gobierno democrático, liderado por el Presidente Juan Bosch. 6) En el año 1963, se ejecutó el golpe de estado al gobierno de Bosch, que sólo duró siete meses en el poder. 7) En el año 1964, el país entra en un período de inestabilidad política, gobernado por el triunvirato. 8) En el año 1965, estalla la revolución de abril, pidiendo el retorno a la constitucionalidad. 9) En el año 1965, se produce la tercera intervención militar norteamericana. 10) En el año 1966, se convoca a elecciones y se alza con el poder el Dr. Joaquin Balaguer, para dar inicio al período de los12 años.
Estos hechos de nuestra historia contemporánea, tienen su origen con el asesinato de las hermanas Mirabal en el año 1960. El crimen de estas tres mujeres de Ojo de Agua en Salcedo, constituyó el detonante, la bujía inspiradora para que un grupo de hombres, la mayoría de los cuales pertenecían al entorno más íntimo del dictador, tomaran la decisión de matar a Trujillo para poner fin a una de las tiranías más sangrientas de américa latina. El régimen había desbordado los límites asesinando a mujeres por no estar de acuerdo con las ejecutorias del gobierno. Este exceso de la dictadura impactó a Antonio de la Maza, Juan Tomás Díaz, Imbert Barreras, entre otros acólitos al régimen, para fraguar el plan que terminó con la vida del sátrapa, el 30 de mayo de 1961. Este hecho dio un giro de 180 grados a las aspiraciones del liderazgo político del pueblo dominicano.
Con Trujillo muerto, se inicia el proceso de expulsión de su familia del territorio nacional. La presión ejercida por el pueblo para lograr tales propósitos, y la oportuna decisión de los hermanos Rodríguez Echavarría y la rebelión de los pilotos, provocó el destierro de la familia Trujillo, creándose así, el escenario ideal para que el país pudiera organizar las primeras elecciones democráticas, luego de 31 años de dictadura. En efecto, se organizaron las elecciones en el año 1962, donde participaron el PRD con el Prof. Juan Bosch como candidato, que había regresado al país luego de 20 años de exilio. Y Viriato Fiallo Cáceres, como candidato a la presidencia de la Unión Cívica Nacional, entre otros partidos pequeños.
Las elecciones fueron celebradas el 20 de diciembre de 1962, el PRD con Juan Bosch a la cabeza, resultó ganador de dichos comicios con un 59% de los votos emitidos. El Prof. Bosch, con la consigna de «borrón y cuenta nueva», logró conquistar el voto del electorado más conservador de la época. El acierto de Bosch de elaborar una estrategia de campaña sin retaliación, ni persecución, se contrapone con la estrategia de campaña de los Cívicos, que prometieron utilizar el látigo para aquellos que estaban comprometidos con el régimen de los 31 años. Por consiguiente, esta iniciativa de la Unión Cívica Nacional, facilitó el triunfo del PRD.
Es indiscutible que este primer ensayo democrático, encabezado por el Prof. Juan Bosch, que sólo duró siete meses en el poder, luego de tres décadas de dictadura, es el hecho más relevante y controversial de la década de los años 60. Puesto que, producto de este acontecimiento se desataron los demonios que generaron un vacío de poder y consecuentemente, la revolución de abril de 1965. El punto neurálgico de esta controversia es explicar las razones que dieron origen al golpe de estado del año 1963. Para algunos, la conjunción de fuerzas de los poderes fácticos de la sociedad de la época en contra de Bosch, acusándolo de comunista, fueron las razones principales de su destitución. Para otros, el triunfo de la revolución cubana de 1959, puso en alerta a los norteamericanos, que no querían que se replicara el comunismo en américa latina. Y en virtud de que, el Presidente Bosch había sido acusado de marxista y atacado de manera inmisericorde, por la iglesia y los sectores más conservadores de entonces, alentó a un sector militar, que por demás, venían de una formación trujillista, para ejecutar el golpe de estado.
La lógica elemental de estas dos posiciones tienen argumentaciones validas que justifican el fatal desenlace del golpe estado. Sin embargo, entendemos que faltan piezas en este tablero. Somos de opinión, que probablemente, el golpe de estado pudo evitarse con el sólo hecho de tomar medidas administrativas, en el momento justo del presidente asumir el control del estado. A medidas que avanzan los años, y nos adentramos más en este hecho histórico que dio al traste con el golpe de estado, fortalecemos más la hipótesis de que si el Presidente Bosch «se la hubiese jugado » destituyendo de manera inmediata, esa cupular militar Trujillista, el mismo día de la toma de posesión, otra sería la historia de la República Dominicana.
En ese momento, el presidente recién instalado tenía el apoyo del pueblo. Muchos historiadores versados en la materia, plantean que no podía hacerlo porque no tenía apoyo de los americanos para tan importante decisión. A mi modo de ver, este es un buen argumento, pero un tanto subjetivo, puesto que, 15 años después el Presidente Antonio Guzmán, tomó la decisión correcta de destituir la cúpula militar balaguerista, que tenía tanta o más fuerza que la trujillista por el momento histórico que vivieron. Los militares trujillistas en el 1963, estaban desconcertado con la muerte su líder y mentor. Por lo que, si Bosch hubiese tomado decisión es posible que ellos hubiesen aceptado sin mayores contratiempos una embajada para protegerse del deseo de venganza del pueblo. Pero no ocurrió así, el hecho de quedarse en el gobierno, con todos los poderes, se sintieron empoderados para orquestar el plan golpista, alentado por la iglesia y los empresarios.
Desde siempre, he estado consciente de la reciedumbre ética y moral del Prof. Juan Bosch, defendiendo sus ideas políticas y su visión sobre la sociedad, más no he podido asimilar la postura asumida por él respecto a la cúpula militar trujillista. Un hombre, con la experiencia política de Bosch, sabía que un gobierno democrático no prosperaría con ese grupo manejando la estructura militar existente. Es posible, que su bondad o ingenuidad política no le permitiera ver más allá de curva. Y los hechos están ahí. Hay momentos en que el hombre tiene que jugársela, tomando decisiones firmes, aunque eso le cueste lo más sagrado del ser humano «La vida».
En lo que se refiere a la postura del Presidente Bosch, respecto al desmantelamiento de la cúpula militar trujillista, los planteamientos del periodista Italiano Piero Gleijeses plantea en su obra “La esperanza desgarrada” basada en los documentos desclasificados del Pentágono, que el presidente J. F. Kennedy, diseñó una estrategia para mantener la presencia militar trujillista en nuestro país, sin Trujillo. De acuerdo a los hallazgos del periodista, Bosch tenía las manos atadas para actuar. En lo particular, no me queda del todo claro esta afirmación tan categórica. El temperamento y la formación política de Bosch no era para dejarse imponer cosas de nadie, ni siquiera del imperio. Él sabía o debió saber, que con esa estructura militar trujillista, su gobierno duraría menos que una cucaracha en un gallinero. Como en efecto ocurrió.
No obstante a estas consideraciones, que respetamos y valoramos por estar sustentada con documentos desclasificados, en mi cabeza este tema continúa haciendo ruido. Hasta el punto, que me mueve a formular la hipótesis de que Bosch pudo desmantelar esa cúpula militar con una decisión administrativa. Tal como lo hizo el Presidente Guzmán una vez asumido el poder en el año 1978. De haber sucedido así, el país se hubiese evitado todo lo acontecido luego del golpe de estado de 1963. La sociedad dominicana no habría pasado por la amarga experiencia de la revolución de abril, el retorno de Balaguer al poder, y los funestos doce años fueran producto de la imaginación de nuestro pueblo.
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