Por: Ing. Carlos Manuel Diloné
Los pueblos han sentenciado mediante refranes lapidarios, sus conocimientos y experiencias vividas en cada etapa de su desarrollo, de ahí el título de este trabajo.
Iniciarse en la mentira es malo, pero profundizar en ella es peor.
Belfond Enterprise se instaló de forma fraudulenta en el Bahoruco Oriental, por ello fue sancionada mediante Sanción Administrativa No.100-2012. La Belfond Enterprise, que antes se llamaba Kapangim SDR Enterprises, SRL, se valió de un permiso otorgado en fecha 27 de enero de 2012, por el Ministerio de Medio Ambiente de Barahona, a la señora YLSIA NEDABIA SEGURA MOSCOSO, cédula de identidad y electoral No. 018-0011754-9, para “limpieza de cuatro (4) tareas de terreno con fines de mantenimiento”, esta “actividad autorizada en dicho terreno será realizada con implementos agrícolas (machete) y como la superficie solicitada es menos de 5,000 mt2, queda exento del pago de impuesto”.
El área de La Filipina, donde se encuentra la concesión minera otorgada a la Belfond Enterprise, debe ser intocable por los efectos devastadores e irreversibles que provocará su explotación, esto es, la pérdida de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos, “más de la mitad del PIB mundial se genera en sectores que son alta o moderadamente dependientes de los servicios que brindan los ecosistemas, como la polinización, la filtración de agua y las materias primas”. Más del 75 % de los cultivos alimentarios dependen de la polinización animal, pero más del 40 % de las especies conocidas de insectos han disminuido en las últimas décadas.
Ellos (Belfond Enterprise) saben que de modo legal no pueden obtener ninguna Licencia de Explotación en ese lugar, por eso violaron de forma flagrante la Ley, y utilizando un permiso para desyerbar, que nada tenía que ver con proyecto minero, instalaron una planta de trituración de la caliza, en la carretera de Santa Elena. La Procuraduría de Medio Ambiente en Barahona, el 15 de marzo de 2013, acusó a la empresa de estar explotando dicha mina sin haber obtenido la concesión minera de parte del organismo correspondiente.
El Gobierno encabezado por Danilo Medina, en fecha 24 de marzo de 2015, entregó la Licencia Ambiental No. 0289-15, Código 9422, para la Concesión Incoa, a los ejecutivos de la Belfond Enterprise, a pesar de existir un Estudio de Impacto Ambiental que arrojó 28 impactos negativos, 7 positivos y 2 neutros, en dicha concesión.
Esa Licencia Ambiental se mantuvo aletargada, el gobierno pasado sabía de los riesgos a que exponía a la provincia de Barahona, aunque irresponsablemente había otorgado la misma. Sin embargo, no se atrevió a pagar el costo político de matar a Barahona, esa Licencia quedó plasmada en papeles.
Cinco años después, con un gobierno nuevo en la República Dominicana, con una pandemia mundial destrozando las economías del planeta, estos inversionistas se acercan al Gobierno y le ofrecen dinamizar la economía de una de las provincias más pobre del país, obviamente, el Presidente de la Nación ve una oportunidad de trabajo, que le permite exhibir logros de su gobierno en el menor tiempo posible. Por ello, instruye que se le aceleren los permisos que tenían 5 años detenidos, y en apenas 15 días, como por arte de magia, todo queda autorizado.
Con “la prisa de ser eficientes”, obviaron el Estudio de Impacto Ambiental, y todo lo que esa Reserva Natural representa para la biodiversidad, y conservación de la flora y fauna de toda la región Enriquillo de nuestro país. Ni siquiera se molestaron en averiguar que esa Licencia Ambiental la habían otorgado donde existen cuatro cuencas hidrográficas: 1.- Arroyo Seco 19.43 Km2. 2.- Río Bahoruco 60.92 Km2. 3.- Río Palomino 79.65 Km2 y 4.- Costa 227.34 km2, para un total de 387.34 Km2.
Llegaron incluso a burlarse de los barahoneros diciendo que “esa zona es monte y culebras”, y que el arroyo “se llama Seco, porque no lleva agua”. Es que se cegaron, no quieren reconocer que el conjunto de montañas que integran el Bahoruco Oriental, se convierte en un enorme reservorio, que capta a altitudes muy elevadas, las aguas que fluyen por gravedad hacia toda la red fluvial o las faldas acuíferas subterráneas, con destino a las tierras bajas, suministrando el insumo que arrastran los ríos, arroyos, escorrentías y cañadas siguientes: Las Auyamas, Los Chupaderos, Cortico, Los Lirios, Bahoruco, Nizaito, Palomino, San Rafael, Riocito, Los Patos, Birán, Brazo Seco, Majagualito, Blanco, Mata de Maíz, Los Morones, La Plaza, Bija, Filipinas, Ciénaga, Maluca, La Cabria, Cueva de la Virgen, entre muchísimos otros pequeños ríos que suplen los acueductos y zonas agrícolas de la región.
Mientras el Banco Mundial establece: “No podemos actuar en relación con la biodiversidad sin considerar también los peligros que el cambio climático entraña para la naturaleza y los medios de subsistencia de las personas, ya que la pérdida de bienes naturales y el cambio climático son dos caras de la misma moneda”. El Gobierno actúa de forma contraria, tratando de soslayar la interconexión entre las personas, el planeta y la economía.
EL GOBIERNO ESTÁ ATRAPADO
Una vez la Belfond Enterprise produce el primer embarque a granel, del Carbonato de Calcio, por el Muelle No. 4, del Puerto de Barahona, le explota el problema, el mismo que le habíamos advertido al Gobierno, al no tener esa concesión de explotación un Estudio de Impacto Ambiental positivo, la verdad desnuda golpeó a la ciudad de Barahona, una extensa nube de polvo cubrió la ciudad, el ruido enloquecedor de volquetas infernales, llevando sobre sus panzas más de 20 toneladas de Carbonato de Calcio, el desplazamiento de un camión cada un minuto por el litoral costero de Barahona, las vibraciones y las contaminaciones del aire en suspensión, convirtieron la ciudad en un verdadero pandemónium, algo invivible, digamos el Macondo de Gabriel García Márquez; los comerciantes, hoteleros, residentes, los deportistas, los estudiantes, los contertulios que frecuentan el malecón; todo debió alterarse o suspenderse, aquello era una verdadera catástrofe. Los vocingleros se escurrieron, sólo la rabia y la impotencia se anidó en el corazón de cada barahonero, el pueblo estaba a punto de estallar, cuando fue calmado por la RESOLUCIÓN NÚM. 0026/2021, que dispuso la suspensión inmediata del manejo y transporte de agregados y productos mineros en el muelle y en las vías de comunicación (malecón, calles y carreteras) de la provincia de Barahona.
El menor de los males, en esa explotación minera, es el transporte del carbonato de calcio y esto ha destrozado la ciudad de Barahona. El Gobierno sabe que por ese muelle no.4 nunca llegará un crucero, ese muelle es granelero, los turistas que llegasen tropezarían con Carbonato de Calcio, blocks, arenas y gravas trituradas, que se apilan en el patio del puerto, y los buques tendrían que esperar que salga el Crucero para poder anclar, recordemos que es un sólo muelle, el no.4.
Ahora el gobierno se siente atrapado, por haber autorizado la explotación de una mina en un área no permitida, cuyo impacto secará los ríos y destruirá los bosques húmedos de la provincia de Barahona. Lo mismo, que por el hecho de adjudicarle la operación y manejo del puerto Municipal de Barahona a Belfond Enterprise. De un modo poco profesional, han comenzado a realizar acciones que empeorarán aún más la situación. Están asfaltando el malecón, iluminarán la avenida Enriquillo, le cambiarán la cara al puerto mediante una capa asfáltica, construirán una nueva entrada al puerto marítimo más cercana al hotel Guarocuya (la sala capitular del Ayuntamiento le otorgará el permiso), construirán una verja perimetral en blocks alrededor del puerto, y sembrarán árboles para crear una cortina verde, taparán las volquetas, etc., etc. El Gobierno trata de maquillar la situación, desconociendo el costo político de destruir a Barahona.
ESA NO ES LA SOLUCIÓN, insistir en el error es agravar la solución, la enfermedad no está en el traslado del Carbonato de Calcio, el cáncer está en la montaña, ahí secarán nuestros ríos, destruirán nuestras cuencas hidrográficas, desaparecerán los bosques húmedos, destruirán la flora y la fauna de la región (biodiversidad), destruirán el endemismo del Bahoruco Oriental, por causa de la remoción de la capa vegetal la temperatura aumentará en la zona, por consiguiente el café de la región será afectado, le quitarán la visual marina a los barahoneros, convertirán el paisaje rural de nuestra provincia, en un paisaje minero, destruirán nuestros suelos, para convertirlos en ocioso rural. En definitiva destruirán todo el ecosistema del Bahoruco Oriental.
LA SOLUCIÓN ES: 1.- Otorgar esa concesión de explotación en la provincia Independencia, donde existen muchísimas minas de calizas, ya que esos suelos formaban parte de un canal marino, en un lugar basal, que no afecte las cuencas hídricas de la zona. 2.- Construir un muelle de carga en Punta Manzanillo, que tiene un calado natural de unos 11 metros de profundidad, situado entre el Distrito Municipal de Villa Central y la común de Habanero. 3.- Construir una carretera entre la común de Habanero y Punta Manzanillo, de modo que los camiones y volquetas no entren a la ciudad de Barahona. 4.- Dejar el puerto de Barahona, como puerto turístico.
Si los barahoneros no nos ponemos de pie, nos destruirán la provincia, no se debe permitir ni un embarque más. “El valor de la naturaleza debe tener cabida en todas las decisiones sobre el desarrollo que se adopten en todos los sectores”. Quizás sea una coincidencia, o tal vez una premonición, pero el promotor de los amarres de la minera es de Santiago, la dirección de la Belfond Enterprise está en Santiago, las máximas autoridades gubernamentales son de Santiago, es como si dijéramos, el Norte ataca al Sur.
Por favor, no inventen con nuestra ciudad y con nuestro pueblo, tenemos fe en nuestro gobierno, hemos apostado al cambio, creemos en ustedes, gobiernen por el bien de los dominicanos, gobiernen para dejar una impronta que nos llene de orgullo al sentirnos dominicanos, merecedores de vivir con dignidad y decoro.
La ciudad está en calma, el pueblo vive y quiere seguir viviendo en paz, ojalá que el fantasma de un buque granelero, en el horizonte de nuestras playas no nos lleve a vivir la angustia del desasosiego.
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