El año 2025. Principio del fin de la popularidad del gobierno del cambio.

8 de Enero de 2025.

Por: José A. Mateo Gil

La llegada al poder del Partido Revolucionario Moderno en las elecciones del 2020, no fue producto de la casualidad. Existen razones históricas que determinaron el triunfo de Luis Abinader. Sus estrategas, lograron aprovechar al máximo los desatinos del último gobierno peledeistas. La división del Partido de la Liberación Dominicana, el hartazgo de la población de los gobiernos del partido de Bosch, el intento de modificación constitucional para Danilo presentarse a una tercera repostulación, y los actos de corrupción imputados a los funcionarios del gobierno y allegados, fueron, sin lugar a dudas, entre otras, la razones que dieron origen al triunfo del PRM, que apenas tenía 5 años de haberse fundado.

El presidente Abinader llega al poder en circunstancias muy especiales. En su primera ejecutoria de gobierno logró conquistar la simpatía de la gente. Se rodeó de un equipo de asesores que lo posicionaron como el redentor del «CAMBIO» que tanto ansiaba la población dominicana. Esa fue una estrategia de campaña que encontró eco en la mayoría del pueblo elector. El Slogan del «CÁMBIO» fue un arma letal para derrotar en dos ocasiones a sus oponentes, que traicionaron la confianza que el pueblo le había dispensado.

Sin embargo, los pueblos se nutren de realidades. Una cosa es el discurso, que con una campaña agresiva en los medios de comunicación logra mantener la aceptación y aprobación del pueblo. Y otra cosa es, cumplir las promesas de campaña satisfaciendo los reclamos de la población. En este segundo período de gobierno, el presidente Abinader enfrentará grandes desafíos. El tiempo se le agota, y aún no ha podido exhibir grandes realizaciones de su gestión gubernamental.

En la actualidad, solo el crecimiento del turismo como sostén de la economía, la estabilidad macroeconómica, y el crecimiento del Producto interno Bruto (PIB), de acuerdo a reputados analistas, son los puntos luminosos del gobierno del cambio. Aunque es de justicia aclarar, que estos logros no son de exclusividad de los gobiernos perremeistas, sino que es el resultado de la continuación de 40 años de crecimiento sostenido de la economía y de las metas establecidas para el turismo en los dos últimos gobiernos peledeistas.

La imposibilidad de la presente gestión de gobierno para agilizar la terminación de obras de infraestructura, el deterioro en el sector educativo, la precaria gestión en el servicio de salud, la reducida asignación presupuestaria para la inversión pública, entre otras demandas no satisfechas de la población, ponen en riesgo la popularidad del presidente. El mandatario tiene un gran desafío en estos tres años y siete meses que le quedan a su gobierno. Lo mandatorio en circunstancias como estas, es apurar el paso, debe de elaborar un plan de contingencia para relanzar el gobierno, que le permita dejar un legado a las futuras generaciones. De no hacerlo, y el tiempo apremia, entonces, su gestión de dos periodos presidenciales, tendría muy poco que ofrecer para que el candidato del PRM para las elecciones del 2028, pueda tener un buen desempeño con miras a retener el poder.

Para el año 2025 que recién inicia, se vislumbra una virtual caída en la popularidad del gobierno del cambio. En la última medición de los presidentes más populares a nivel internacional, presentada por WOLRLD OF STATISTICS, el presidente Abinader, en esta ocasión, no aparece dentro del ranking de popularidad. Otras señales de esa percepción, es la prologada suspensión de la semanal, una herramienta comunicacional diseñada para trazar la agenda nacional, en momentos en el mandatario ha guardado silencio ante temas trascendentales que involucran a varios paises de la región. Ese hecho ha llamado la atención del pueblo, que desea escuchar su opinión y respuesta contundente sobre ese y otros temas de interés para la colectividad.

La crisis que se avecina a lo interno del PRM, con la definición del pre-candidato a la presidencia de república para las elecciones del 2028, constituye tambien una piedra en el zapato para mantener coaccionada la dirigencia de ese partido. Y como si todo fuera poco, un gobierno que apenas comienza, con cuatro meses de gestión gubernamental, el pueblo lo percibe como viejo, como si estuviera terminando sin poder exhibir grandes realizaciones. Y para ponerle la tapa al pomo, de acuerdo a lo expresado por un alto dirigente del PRM, en las últimas mediciones que se han hecho a lo interno de ese partido, la popularidad del presidente a comenzado a disminuir. Una situación que debe preocupar al primer mandatario.

El pueblo es sabio, ha alcanzado cierta madurez política que le permite identificar los puntos débiles de los gobiernos, y en esta ocasión, se ha dado cuenta de la incapacidad de las autoridades gubernamentales para agilizar los frentes abiertos que tiene en la construcción de proyectos de infraestructura. Lo que la gente percibe es, que la mayoría de las obras están prácticamente paralizadas. En consecuencia, serias dificultades enfrentará el gobierno del presidente Abinader en el año que recién inicia.

Por primera vez se ve amenazada la popularidad del mandatario y puesta en dudas el cumplimiento de sus promesas de campaña. Por lo que, revertir esa percepción, es el gran desafío que el presidente de la república debe enfrentar en este nuevo año. Con la agravante, de que algunos sectores del PRM, ya están atrincherandos, lanzando un grito de guerra para competir con miras a las elecciones del 2028, creando un ambiente hostil entre los pre- candidatos, que pudiera desatar divisiones internas que perjudiquen las pretensiones del PRM de retener el poder, luego de concluido el período presidencial que transcurre.

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