En el Ministerio de Turismo, se esconde la Imagen del Patricio Juan Pablo Duarte, detrás de palmeras.

Por: Ing. Carlos Manuel Diloné

El Patricio Juan Pablo Duarte, fundador de la República Dominicana, debe ser venerado de manera casi mística, del mismo modo con el que las sociedades distinguen a sus libertadores, él merece Respeto, Admiración y la Gratitud de todos los dominicanos, máxime de las instituciones en que descansa la sociedad dominicana.

Así se observa la imagen del Patricio Juan Pablo Duarte, en el Ministerio de Turismo.

Al visitar las instalaciones del Ministerio de Turismo de la República Dominicana, en compañía de Lic. Virgilio Gautreaux y del colega Ing. Leonardo Mercedes, fuimos advertido por Gautreaux, de su justa queja en torno al trato que debía merecer nuestro Patricio. A partir de ese llamado, notamos que, en el lobby o área de acceso al Ministerio, han colocado una fotografía del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, pero la imagen no se ve, el cuadro se encuentra escondido detrás de unas palmeras, dando al visitante la falsa sensación de que estas palmeras fueron colocadas, precisamente, para tapar la efigie del Patricio. ¿A lo mejor sienten vergüenza de mostrarlo? Eso no lo podemos afirmar, preferimos creer que ha sido un descuido, por lo que le pedimos al Ministro de Turismo, ordenar corregir ese entuerto, de forma inmediata.

Así se observa la imagen del Patricio Juan Pablo Duarte, en el Ministerio de Turismo.

Debemos sentirnos orgullosos de ser dominicanos, y mostrar con gallardía a nuestro Patricio, un héroe que viene de una familia honorable, cuyo padre Juan José Duarte, según nos narra José Gabriel García, “fue el único comerciante español que se resistió a firmar la adhesión a Haití en 1822, contrariando así a algunos compatriotas suyos que tomaron tal iniciativa por venganza a la independencia proclamada por Núñez de Cáceres”.

 Duarte, el menos conocido de los libertadores americanos, influenciado por las ideas de libertad y progreso que imperaban en Europa, creó los mecanismos que permitieron romper las cadenas que nos ataban a Haití, y no vaciló en tomar la decisión de llevar a cabo cuantas acciones fueran necesarias para lograr ese propósito.

Estamos seguros, que este error será subsanado, para que todos los que visiten las instalaciones del Ministerio de Turismo, puedan apreciar cómo los dominicanos, mostramos con orgullo y gallardía, al más grande de todos los mortales de la República Dominicana.

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