Por el Dr. Rafael Leonidas Pérez y Pérez.
El tío Héctor Rolando Pérez Peña (Fanjul), viviendo en su pueblo natal, Duvergé, tenía inquietudes musicales.
Para apoyar el aprendizaje de ese arte que combina el sonido y el tiempo, le escribió una carta a Fulgencio Batista, presidente de Cuba, donde le pedía un saxofón, misiva que contestó dicho presidente preguntándole que por qué puerto de Santo Domingo o la República Dominicana se lo haría llegar, de lo que fue enterado el dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo Molina, salvándose Fanjul de la prisión, etc., por la intervención de su padre don Manuel del Jesús Pérez Mella (Manuel Pérez G. o Gambao), mi abuelo paterno, que era un destacado trujillista en Duvergé, tan trujillista que a mi progenitor le dio el nombre de Rafael Leonidas en honor al Jefe quien iba a ser su padrino.
El 1 de enero de 1959, el dictador Fulgencio Batista abandonó Cuba, su país, hacia la República Dominicana; el pueblo cubano salió a las calles a celebrar. Había triunfado la revolución liderada por Fidel Castro.
El 14 de junio de ese año, exiliados expedicionarios llegaron a nuestro país por aire y mar. Vinieron llenos de patriotismo… El Ejército de Liberación Dominicana inició ese día una insurrección contra la dictadura de Trujillo.
Fanjul tenía aún 22 años de edad.
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