HORRENDO CRIMEN EN BARAHONA

ARTICULO DEL DR JOSE RAFAEL CAMPOS NAVARRO SOBRE EL ASESINATO DE FELLO MÉNDEZ

 El 18 DE ENERO DE 1962

Introducción [por Virgilio Gautreaux P.]

Uno de los cuatrimestres más dramáticos luego del ajusticiamiento del tirano Trujillo, fue el comprendido entre el 20 de octubre de 1961 y el 20 de enero del año 1962, durante el cual se verificó la gran lucha del pueblo dominicano por la libertad, la democracia y en contra de cualquier tipo de Dictadura.

En ese cuatrimestre teñido de sangre, se produjeron tres grandes masacres contra la población, opuesta al intento del trujillismo Cívico-militar de querer durar 30 años más en el poder, a cualquier precio. 

A partir del 30 de mayo de 1961, se desató una cacería en toda la geografía nacional de los opositores al trujillismo en el poder. Las cárceles públicas, secretas y centros de tortura del régimen, estaban llenos de víctimas, donde incluso estaban las esposas e hijos de los considerados por el binomio Balaguer-Ranfis, como comunistas asesinos del Benefactor de la Patria.

El 20 de octubre de 1961, se produjo la primera masacre en la calle Espaillat en Ciudad Nueva, cuando la bestialidad policial y militar, además de golpear inmisericordemente a jóvenes estudiantes universitarios y personas de todos los alrededores, también lanzaron desde las azoteas varios jóvenes, dos de los cuales murieron como consecuencia de los golpes. Mientras el país condenaba y protestaba ante esta cobarde agresión, el Presidente Balaguer felicitó públicamente a quienes perpetraron ese hecho abominable.

La segunda masacre, se produjo cuando Ranfis Trujillo, hostigado por el pueblo y permaneciendo acorralado en la Base Aérea de San Isidro, salió huyendo del país el 19 de noviembre de 1961, no sin antes masacrar en la Hacienda María, a los Héroes que participaron en el descabezamiento de una de las tiranías más sangrientas de la historia del continente americano. Con la salida de Ranfis, Balaguer en sus pretensiones de mantenerse en el poder hasta el 16 de agosto de 1962, se apoya entonces en el General Rodríguez Echavarría al que nombra Secretario de las Fuerzas Armadas, el cual le fungirá como el “nuevo Ranfis”.

La tercera masacre, se produjo el 16 de enero del año 1962, cuando tropas de la Base Aérea de San Isidro se presentaron al Parque Independencia con vehículos artillados, tanques de guerra y soldados fuertemente armados con ametralladoras y fusiles, para enfrentar una multitud que pedía la renuncia de Balaguer. A una señal previamente convenida, las fuerzas militares procedieron a disparar contra la muchedumbre, matando cinco personas y varias resultaron heridas de bala. También fueron golpeados con culatazos y patadas, numerosos hombres y mujeres. 

Frente a este acto abominable, se produjo una huelga que abarcó el país y que dio al traste con el último intento de Joaquín Balaguer de mantenerse en el poder, mediante un GOBIERNO TÍTERE, que apenas duró 48 horas. 

En horas de la noche del 18 de ese enero, al conocerse el derrocamiento del gobierno fantoche, el país se tiró a la calle con júbilo, a celebrar el desplome del último representante del trujillismo.

La ciudad de Barahona no fue la excepción y también la gente salió a las calles a celebrar y una caravana encabezada por el Fiscal Fello Méndez fue ametrallada a mansalva por efectivos emboscados de la Aviación Militar Dominicana, resultando muerto el joven funcionario judicial y resultando varios heridos.

Sobre este horrendo crimen se han escrito numerosos artículos que detallan bien como se planificó previamente este asesinato, el cual por supuesto, quedó impune, ya que el alto oficial que lo ordenó nunca fue tramitado ante los tribunales, a pesar de los esfuerzos que se realizaron.

El Doctor Rafael de Jesús Campos Navarro, médico muy conocido en la ciudad de Barahona, realizó una excelente narración de este trágico acontecimiento. ¿Ahora bien, quien es el Dr Campos Navarro?

Este profesional de la medicina-nacido en Santiago de los Caballeros-ejerció su profesión en el ámbito público y en su clínica privada durante varias décadas en la ciudad de Barahona, donde por un tiempo participó activamente en la política, desde finales de la tiranía trujillista y posteriormente en los dramáticos meses posteriores al ajusticiamiento del tirano, cuando fue objeto de persecución. Asimismo, se desempeñó como funcionario hospitalario, siendo también activo miembro de entidades solidarias, culturales, clubes y actividades recreativas.

Dr. Rafael de Jesús Campos Navarro

Es bueno consignar que el Doctor Campos Navarro, era hermano de José Antonio Campos Navarro, héroe y mártir de la gesta patriótica de junio del 1959. También era hermano del Médico, el Ing. Manuel de Jesús Campos Navarro, el cual construyó en 1953, el edificio donde tiene su actual sede la Gobernación provincial de Barahona. Su sobrina Magnolia Campos Galarza me expresó que su tío Ingeniero, también realizó los diseños y cálculos estructurales del hoy Centro Médico Regional Magnolia. Asimismo, Fernando Campos Navarro era cronista de arte en Estados Unidos, donde proyectaba la calidad y valores de los artistas latinoamericanos. Mantuvo relaciones cordiales de amistad, con numerosas luminarias del mundo artístico y del canto, entre Sandro de américa, su amigo personal. Por su destacada labor en EUA, recibió varios diplomas y certificados.

Otro hermano del Doctor Campos, fue actor de cine en los Estados Unidos, donde participó en numerosas películas, actuando en algunas junto a Glen Ford, Sidney Poiter, Tony Curtis y otras luminarias de Hollywood. También actuó en series de televisión. De acuerdo a una crónica sobre el Actor publicada por Diario Libre, el 26 de noviembre del 2019, éste tenía 5 hermanos y 3 hermanas.

Como se puede apreciar, se trata de un núcleo familiar democrático, liberal y profesional.

Luego de ese “breve” preámbulo, leamos pues, el escrito en cuestión.

HORRENDO CRIMEN EN BARAHONA*

Por el Dr. José Rafael Campos Navarro

El Doctor Rafael Méndez y Méndez quintaesencia de las inquietudes idealistas de la juventud de Barahona e hijo mimado de esta sociedad, por su bondad de corazón su integridad y su hombría de bien, fue salvajemente asesinado en un Jeep mientras celebraba en jubiloso, pero ordenado desfile, la noticia del desplome del Tercer Tirano [Balaguer], que ha usurpado en los últimos nueve meses el poder público y las libertades del noble y sufrido pueblo dominicano.

Mientras el Doctor Méndez, risueño y con las manos en alto en expresivo gesto de inermidad y respeto, les decía a los uniformados asesinos que le habían dado el alto: «soy el fiscal déjenme explicarle», descargas de fusil y ametralladora segaban su preciosa vida y producían heridas a varios de sus acompañantes entre los cuales se encontraban el Juez de Instrucción Dr Pablo Féliz Peña, el Magistrado Juez de la Corte Doctor Beltrán Pérez Espinosa, Ricardo Bello el Bombero [Ciclón], Julio Díaz y El Barbero Gonzalo Castillo.

Doctor Rafael Méndez Méndez

El advenimiento de la libertad fue, pues, en Barahona, como un parto inmerso en el más cruel y entrañable dolor. Ningún otro hecho podría justipreciar en Barahona Juan inmenso es el valor de la libertad, como la inmolación de quien, al anunciarla y festejarla no conforme con haber sido un héroe de la lucha por esa libertad, ofrendó la suprema moción de su vida, para escalar la altura de aureola la sangre de los mártires. El corazón de Barahona palpitó al unísono con ritmo de dolor y espasmo de angustias. Nadie en Barahona, recordaba un duelo más profundo ni más reverberante indignación de un pueblo lacerado en la pureza de su amor a uno de sus hijos predilectos. El Doctor Rafael Méndez eligió en su breve paso por la vida, un altar en cada corazón y sobre él colocaba el ánfora impoluta de sus sentimientos con una lumbre de amor y de bondades que inspiró todos los quehaceres de su vida y rasgará las oscuridades del olvido a través de los años. En medio del rictus doloroso del lamento se oían los clamores del pueblo pidiendo justicia y que se diga, por fin, BASTA YA, a la barbarie.

Entre tanto, las multitudes, buscando escape a la incontenible exaltación nacida de la tortura de su espíritu, descargaron su furia sobre conocidos esbirros y sus propiedades, mientras los índices acusadores coincidían en responsabilizar a un alto oficial de la Aviación Militar Dominicana, de los crespones de duelo que impedían el flamear airoso a las banderas de la libertad. Se señala que hubo en ese monstruoso e imperdonable crimen, fría premeditación, y, una prueba irrevocable de ello es que hace pocas semanas, y así fue denunciado al Presidente y el Procurador General de República, el Doctor Méndez en altas horas de la noche y al llegar a la puerta de su casa, escuchó palabras soeces y promesas de exterminio, mientras surgían de las sombras de la noche, quienes proferían las amenazas que no eran otros que dos miembros de la Aviación Militar Dominicana, quienes esgrimiendo sus bayonetas con ímpetu homicida, y creyéndolo indefenso, avanzaron rápidamente sobre el Doctor Méndez, quien pudo desbandarlos al empuñar a tiempo su  revolver de reglamento. Los militares en referencia, usando una excusa increíble y baladí, alegaron una confusión con el Doctor Campos, Presidente de la Unión Cívica Nacional en Barahona, a quien dijeron se proponían asesinar.

No conforme con el informe infamante crimen que manchó de sangre la Patria en el día de su liberación, miembros de la AMD se personaron con ánimo agresivo en el mismo mortuorio donde se había dado cita todo el pueblo de Barahona, determinando el rastrillaje amenazador de las mortíferas ametralladoras, la desbandada precipitada de los asistentes, sufriendo grandes atropellos, hombres, mujeres y niños.

Y no podía terminar este luctuoso reportaje sin referirme a los momentos que siguieron a la entrega a la tierra del féretro envuelto en la gloriosa enseña nacional, honrado con las salvas de las voces que repetidas veces entonaron notas del himno de la Patria y paseado en hombros del pueblo a todo lo largo del trayecto hasta el camposanto. En este, el duelo fue despedido con palabras que eran sollozos, por los Doctores Espinosa, Gómez y Campos, por el Señor Negro Suero y por un representativo de Azua, comunidad digna y ampliamente representada.

Lágrimas de hombres y mujeres brotaron incontenibles y rindieron un homenaje más emocionante que el toque de silencio que se ofrenda a los héroes y a los mártires de la libertad. Y alrededor del holocausto de un muerto, todos gritamos reverenciándolo: ¡QUE VIVA SANTO DOMINGO LIBRE!

* Periódico Unión Cívica del 24 de enero del año 1962, página 3.

VGP/vgp 25 de noviembre 2024

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