Por: José A. Mateo Gil.
26 de Julio del 2021.
Los líderes políticos, en su afán por alcanzar el poder, pierden de vista los aspectos más relevantes que a lo largo de la historia dieron origen a la política, como una actividad humana que trata todo lo relacionado al ejercicio de gobernar. El acto de ejecutar una obra de gobierno, afecta directamente a la colectividad y por vía de consecuencia a un país. La República Dominicana no escapa a la escasa formación política del liderazgo del sistema de partidos. Por lo que, en el futuro inmediato, dada complejidad de los procesos electorales debido a la movilidad de su militancia, nuestra dirigencia política debe ponerse a tono con las exigencias de la sociedad del siglo XXI.
En las próximas elecciones a celebrarse el 16 de mayo del 2024, las principales organizaciones políticas que participarán en esa contienda electoral, deben tener presente que acudirán a unas elecciones donde habrá una recomposición de fuerzas entre los partidos mayoritarios. Debido fundamentalmente, al debilitamiento del PLD y al crecimiento de la FP como refugio de los peledeistas disgustados, que ven en el Dr. Leonel Fernández la única opción para continuar participando en política.
No cabe dudas, que la movilidad de la militancia de los partidos proyecta una recomposición de las fuerzas partidarias, ya que aunque en el cuatrienio pasado se promulgó la nueva ley partidos políticos, de poco sirvió para controlar el transfuguismo de los miembros de un partido que pasan a formar parte de otra parcela política. Con el agravante de que en ningún caso ha mediado un régimen de consecuencias que frene esta inaceptable práctica. Senadores, diputados, alcaldes y regidores que lograron ganar en su provincia bajo la sombrilla de un partido en particular, hoy pertenecen a otro. Generando así, un conflicto de orden legal que se está debatiendo en las altas cortes.
El escenario político en los próximos tres años, se torna muy complejo e interesante. Aunque falta mucho tiempo para hacer pronósticos con miras a las elecciones del 2024, y sin tener pretensiones proféticas, a la luz de lo que estamos viendo habrá una recomposición de las fuerzas partidarias existentes. El que fue ayer el partido más grande y organizado del sistema, hoy está reducido a menos que nada. La militancia está desconcertada. Hay una migración masiva hacia Fuerza del pueblo y su antiguo líder Leonel Fernández. De ahí la complejidad de las próximas elecciones, porque fue precisamente el Dr. Fernández quién le facilitó el triunfo a Luis Abinader, con el único y firme propósito de sacar del poder al líder del PLD y sus camaradas del antiguo partido.
Ahora bien, en el escenario de las elecciones del 2024, el papel de la Fuerza del pueblo será distinto al jugado en las elecciones del 2020. El expresidente Fernández iría en busca del poder, y todo lo que está haciendo en la actualidad es en procura de lograr tales propósitos. La estampida de la militancia del PLD, sólo beneficia a la Fuerza del Pueblo, quien abrió las puertas a todos los miembros de ese partido para que formen parte de este nuevo proyecto, con su antiguo líder a la cabeza.
Estas, entre otras razones, le dan el calificativo de compleja a las próximas elecciones . Y la explicación es muy sencilla, el PRM, en esta ocasión no contará con los votos de la Fuerza del pueblo, cuyo objetivo fundamental será la conquista del poder. Algunos analistas políticos plantean que la reelección del presidente Abinader está asegurada. Sin embargo, hay que tener presente, que si los perremeistas se duermen en sus laureles, y continúan generando conflictos internos, y no entienden las razones que dieron origen al triunfo de su partido en las elecciones del 5 de julio del 2020, pudieran llevarse tremenda sorpresa o en su defecto, correrían el riesgo de asistir a una segunda vuelta. Lo único que le garantiza la reelección del presidente Abinader, es que éste haga un gobierno que el pueblo lo califique como bueno , resuelva el disgusto de la base del partido por el tema de los empleos, y que los líderes del PRM se mantengan cohesionado en torno a su líder. De lo contrario, se pudiera complicar esa iniciativa de un segundo período gubernamental.
En teoría, la FP sacó un 5% de los votos en las elecciones pasadas, pero esa baja votación se debió, fundamentalmente, a que una gran parte de los simpatizantes del Dr. Fernández tenían misión de votar por Luis Abinader para sacar al oficialismo del poder, cosa ésta que no ocurrirá en año el 2024.
En política nada se puede descartar. En la actualidad el pueblo percibe que el PLD no tiene la más mínima posibilidad de recomponerse, y que participará muy debilitado en la próxima contienda electoral. Esto es lo que explica que habrá una inminente recomposición de fuerza entre los partidos, y en consecuencia, los votos estarán tan repartidos que pudieran dificultar un triunfo en primera vuelta. Pero además, el PRD que se ha convertido en una partido bisagra, tiene los votos necesarios para inclinar la balanza hacia un partido en particular. Su tradición en los últimos años ha sido negociar con el que tenga más posibilidades de llegar al poder. Y nos es un secreto para nadie que dicha alianza, en esta coyuntura, no será con el PLD.
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