En sus recientes declaraciones, que son producto de un estrés mal manejado, ha obviado referirse a la verdadera causa de la salida de la Unidad 1 de Punta Catalina del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) el pasado 27 de marzo
Jaime Aristy Escuder
Santo Domingo, R.D.
En vez de ocuparse de que la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC) sea operada eficientemente, bajo un programa de mantenimiento adecuado, Celso Marranzini pretende desviar la atención con sus típicas ocurrencias. Eso es lamentable, pues en este momento los apagones están azotando al pueblo dominicano y Celso debería concentrarse en mejorar la cantidad de megavatios que puede producir esa importante central eléctrica.
Pide Celso que me olvide de Punta Catalina. Para mí, eso es imposible, pues ese es el principal activo eléctrico del pueblo dominicano y siempre velaré por su buen funcionamiento y gestión eficiente. Esto dista mucho del trabajo que hasta ahora viene realizando su administración, cuyas acciones pretendía esconder detrás del fideicomiso menos transparente que se haya creado en la historia de la humanidad.
En sus recientes declaraciones, que son producto de un estrés mal manejado, ha obviado referirse a la verdadera causa de la salida de la Unidad 1 de Punta Catalina del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) el pasado 27 de marzo. En su intervención en los medios de comunicación, Celso no explicó que, durante la puesta en servicio de esa unidad un error de operación generó un golpe de ariete (water hammer), que provocó fuertes movimientos y daños en la tubería de vapor de recalentado frío (CRH). Esto hizo que una de las unidades de generación de electricidad más importantes del país haya estado fuera del sistema desde hace casi dos meses, generando pérdidas a Punta Catalina superiores a los 20 millones de dólares.
Celso tampoco dijo al país el porqué no le informó a la Comisión Liquidadora de la CDEEE, conformada por el ministro de Energía y Minas, el Ministro de Hacienda y el Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, que la necesidad de llevar a cabo un proceso para contratar de urgencia los servicios de instalación de soportes, mangos y amortiguadores de la línea de recalentamiento en frío de la Unidad 1 se debió a una avería mayor provocada por una mala operación. El ocultamiento de esa información a la Comisión Liquidadora provocó que en un programa de radio el ministro Antonio Almonte haya dicho que no tenía conocimiento sobre la causa de esa avería mayor y que mejor le preguntasen a los actuales administradores de Punta Catalina.
En vez de concentrarse en contratar a Tecnimont, firma italiana que fue la encargada del comisionamiento, pruebas y puesta en marcha de las dos unidades de Punta Catalina, para que asuma su operación y mantenimiento, Celso pretende desviar la atención señalando temas sobre mi trabajo como primer administrador y principal responsable, de parte del Estado Dominicano, de la terminación de ese proyecto.
Dado que tocó esa tecla, aprovecho para recordarle a Celso algunos logros alcanzados bajo mi administración de Punta Catalina: haber asegurado la terminación y puesta en marcha de las dos unidades de CTPC, cuya ejecución en 2017 se encontraba en una situación muy difícil y que en la actualidad suplen el 30% de la electricidad del SENI; recepción y operación de la Unidad 1 a partir de noviembre de 2019; recepción y operación de la Unidad 2 a partir de abril de 2020; negociación del Fondo Contingente para asegurar los recursos necesarios para la terminación de la planta; reducción, mediante negociación bajo los auspicios del Centro Internacional ADR de la ICC en Nueva York, del monto de los reclamos realizados por el Consorcio constructor por concepto de obras adicionales y extensión de plazo de ejecución de 973 millones de dólares a 395 millones de dólares; realización exitosa, utilizando el método de subasta inversa, de tres licitaciones de carbón, obteniendo el mejor precio posible para CTPC -que se tradujo en un ahorro de 8,462 millones de pesos para el país- y un crédito comercial de 210 días libre de intereses en cada una de las facturas de carbón; realización exitosa de las licitaciones de cal y consumibles; negociación del contrato de suministro del servicio de transporte de carbón con la firma CSL, logrando una cláusula que establece que el flete de transporte es el más bajo que puede recibir cualquier otro cliente que importe carbón en la República Dominicana; negociación del contrato de mantenimiento multianual y asesoría de operación con General Electric (GE), que permite la supervisión de la operación de las unidades de Punta Catalina desde el centro de GE en Atlanta, Georgia; negociación con GE del contrato de suministro de repuestos de las turbinas y generadores; creación y dirección del equipo encargado de la organización administrativa de CTPC y de la implementación del ERP del sistema SAP; negociación en Houston (Estados Unidos) y Londres (Reino Unido) de las pólizas de seguro de propiedades, interrupción de negocios y responsabilidad civil de Punta Catalina; y la contratación de las pólizas de los servicios de seguros marítimos, entre otros.
Con relación al monto de mi salario como administrador de Punta Catalina, que seguro está por debajo de la suma de los salarios que reciben las cinco personas que fueron nombradas en Punta Catalina para poder realizar el trabajo que realizaba yo solo, basta con destacar que representa mucho menos de un 1% de la suma que debía la empresa Multiquímica Dominicana, S.A., en 2010 a la CDEEE por concepto de electricidad. Tal como revela el Estado de Cuenta por Contrato, hacia finales de noviembre de ese año, al digitar el NIC 6002556 correspondiente a esa empresa, se obtenía que la CDEEE registró facturas ascendentes a 108 millones de pesos y una mora de 46 millones de pesos, para un total adeudado de 154 millones de pesos. Dado que Celso fue administrador de la CDEEE entre el 16 de agosto de 2009 y el 16 de agosto de 2012, a pesar de tener un conflicto de interés por poseer una subestación de electricidad que para ese entonces le generaba ingresos anuales superiores a los cien millones de pesos, sería bueno que le presente al país el recibo de pago de la deuda de su empresa Multiquímica con CDEEE, así como el registro de ese pago en el sistema contable de la Corporación.
El caso de esa subestación de electricidad propiedad de Multiquímica es un caso muy interesante, el cual ampliaré en próximas entregas sobre las ocurrencias de Celso en el sector eléctrico nacional. En una de ellas describiré los beneficios de conocer el teorema de Pitágoras y los axiomas de la triangulación.
Por último, un consejo a Celso, póngase a trabajar intensamente a ver si en algún momento su administración lograr superar el promedio de energía mensual producida bajo mi administración en el período mayo-julio de 2020, cuando Punta Catalina produjo como promedio mensual 504.6 Gwh. Ese enorme volumen de energía, el mayor producido en la historia por cualquier central de electricidad en este país, contrasta con los 394.05 GwH que se ha producido como promedio mensual en el período enero-abril 2022. Esto significa que, bajo la administración de Celso, Punta Catalina ha producido casi 22% menos que bajo mi administración, lo cual representa para esa empresa una pérdida anualizada de 66.3 millones de dólares. A ese deterioro del beneficio, hay que añadir que la imprevisión e incompetencia en la compra de carbón durante la administración de Celso le ha costado al país alrededor de 320 millones de dólares, equivalente a 18,240 millones de pesos. Una barbaridad.
Definitivamente, hay funcionarios honoríficos, como Celso, con una capacidad ilimitada de deteriorar la salud financiera de empresas públicas y de naciones completas.
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