Para un viajero curioso, la historia de los Estados Unidos de América es también un relato de caminos y fronteras. Referente por ejemplo a la presencia europea, una de sus páginas más tempranas y fascinantes son las rutas españolas que se extendían por toda América del Norte. Iban desde los límites de México hasta la frontera canadiense y Alaska por el norte, y transversalmente atravesando el país desde la Florida hasta California.
Los caminos, los presidios y las misiones españolas ganarán significado si el caminante las sitúa en una cultura y una época que son parte indeleble de la herencia de nuestros antepasados en este inmenso territorio.
Y es que entre los siglos XVI y XIX España estuvo presente en todo el continente americano. La conquista española de los territorios de los actuales EEUU, abarcó los territorios del Oeste hasta Alaska y todo el Sureste.
En el momento de máxima expansión, los territorios españoles comprendían casi las tres cuartas partes del actual Estados Unidos por no hablar de todo México y la costa oeste de Canadá.
Fueron españoles California, Nevada, Colorado, Utah, Nuevo México, Arizona, Texas, Oregón, Washington, Idaho, Montana, Wyoming, Kansas, Oklahoma, Luisiana, Florida, Alabama, Misisipi y Alaska por parte de los actuales Estados Unidos de América.
Lo mismo ocurrió con la parte suroeste de Columbia Británica del actual Canadá estaban en manos de España dentro del Virreinato de Nueva España. En Alaska la ocupación se limitaría a algunas factorías comerciales que, posteriormente, serían abandonadas.
Las grandes caravanas: las conductas
Cada tres años se organizaban las llamadas “conductas“, largas caravanas de carretas tiradas por bueyes. Las caravanas iban escoltadas por los Dragones de Cuera y su objetivo era transportar las familias de colonos españoles junto con frailes, plantas, semillas, cabezas de ganado, papel, tinta, etc.
La red de caminos reales permitió unir ciudades, asentamientos, fuertes y misiones y posteriormente también favoreció el establecimiento de nuevas comunidades
Soldados, colonos, comerciantes y misioneros recorrieron unas rutas que, tras la independencia de México y la retirada española en 1821, sirvieron también a la nueva nación estadounidense tanto para la invasión de su vecino del sur como para su expansión hacia el Oeste.
Camino Real de Tierra Adentro
El más antiguo de los caminos reales españoles en América del Norte el camino real de Tierra Adentro, que fue denominado National Historic Trail en 2000. Discurre, a lo largo de 2.560 kilómetros, entre Ciudad de México y Santa Fe en el actual estado de Nuevo México.
Fue el más importante de los Caminos Reales, popularmente fue conocido como “Camino de Santa Fe” y también como “Camino de la Plata”, ya que la ruta completa daba acceso a múltiples zonas y ciudades mineras de la Nueva España, productoras de plata y otros minerales, como Zacatecas, San Luís Potosí, Fresnillo o Chihuahua.
También habla sobre la dureza de una ruta que en su parte norteamericana enseguida ofrecía el primer peligro: la Jornada del muerto, un árido tramo de 100 kilómetros en el que muchos perecieron de sed: “El primer pueblo que hay después se llama hoy Socorro”, apunta el investigador.
La ciudad de Santa Fe, fundada por Juan de Oñate al término de su expedición, se convirtió en destino soñado y nudo de casi todos los caminos españoles posteriores. “Fue el polo de atracción de las personas inquietas de los territorios contiguos. La Plaza Mayor de Santa Fe, delante del Palacio del Gobernador, era el sitio deseado de todos los viajeros, el kilómetro cero para nuestros días. Se podría decir que Santa Fe era en el Oeste lo que París era en Europa”.
Camino Real de los Tejas
El Camino Real de los Tejas se extiende 4.150 kilómetros de longitud desde la Ciudad de México a través de Texas y termina en Natchitoches, Louisiana.
El explorador Alonso de León abrió este camino, declarado National Historic Trail en 2004. “En varias expediciones a partir de 1686, tras la orden del virrey de investigar una supuesta presencia francesa en la costa de la actual Texas”, explica Laorden.
De León no encontró más que las ruinas de un fuerte abandonado que había construido el explorador galo René Robert Cavelier de La Salle. Sus viajes sirvieron, sin embargo, para trazar un camino de que dio pie a la fundación de San Antonio –hoy la séptima ciudad más poblada de EE UU-, levantada en 1718 alrededor de la misión franciscana de San Antonio de Valero.
Durante el transcurso del siglo XVIII, la ruta entre el Río Grande y San Antonio se desplazó gradualmente hacia el sudeste, probablemente como resultado de la amenaza apache y comanche a los viajeros españoles.
Los españoles y los franceses que marcaron el camino fueron seguidos por hombres como Moses Austin y su hijo Stephen Fuller Austin –El padre de Texas-, Jim Bowie, Davy Crockett, Sam Houston y los primeros misioneros de múltiples religiones. Una gran cantidad de ciudades históricas esperan al viajero moderno en esta ruta.
Camino de Anza
Entre 1774 y 1776, Juan Bautista de Anza, realizó dos expediciones al norte que marcarían el futuro de California. “La primera a caballo, para abrir el camino. En la segunda llevó a 240 colonos que llegaron a la región y se instalaron allí”, cuenta Laorden.
Los españoles habían alcanzado el puerto natural de San Francisco en 1769, hasta donde habían llegado por mar. Sin embargo, fue De Anza el que abrió una ruta terrestre segura y relativamente rápida para unir México con California.
Y la abrió hasta San Francisco. Aunque no se quedó allí mucho tiempo. Poco después inició el camino de regreso a la capital de Nueva España, donde el Virrey le nombró Gobernador de Nuevo México.
El final del trayecto de 2.000 kilómetros, designado National Historic Trail en 1990, es la actual ciudad de San Francisco, cuyo origen está en un fuerte y una misión del mismo nombre fundados en 1776.
El Juan Bautista de Anza National Historic Trail es un sendero que pasa por Arizona y California y recorre 19 condados. Incluso hay una guía específica online que permite planificar el viaje para emular al explorador y militar español.
Camino de Santa Fe
El camino de Santa Fe es una ruta de 1.937 kilómetros discurre entre Santa Fe y San Luis, en el actual estado de Misuri. Lo hace por la meseta de las Grandes Llanuras, durante siglos tierra de nadie entre el Imperio español y distintas potencias: Francia, Inglaterra y, por último, Estados Unidos.
Designado National Historic Trail en 1987, el Camino de Santa Fe se remonta al viaje que en 1792 realizó el explorador Pedro Vial, un habitante de la Luisiana francesa que decidió pasarse a territorio español para servir a la Corona.
EEUU siguió después este camino y otros mencionados durante la invasión de México, entre 1846 y 1848. “Aunque España las utilizó solo hasta el fin del Imperio, siglos después estas rutas seguían siendo muy útiles. Fueron, por decirlo de alguna manera, el primer paso en infraestructuras, las primeras autopistas seguras que hubo en el territorio”, explica el catedrático de Estudios Norteamericanos José Antonio Gurpegui.
Como curiosidad cinéfila señalar que hay una película estadounidense de 1940 llamada Camino de Santa Fe, dirigida por Michael Curtiz y protagonizada por Olivia de Havilland, Errol Flynn y Ronald Reagan.
Viejo camino español
La Old Spanish Trail o ‘El viejo sendero español’, es una ruta comercial histórica que conectaba Santa Fe (actual Nuevo México) con Los Ángeles, en California.
La historia de este camino, que abarca 4.345 kilómetros entre las ciudades de Santa Fe y Los Ángeles, es a la vez española y mexicana. Comenzaron a trazarlo los recorridos parciales de frailes como Domínguez y Escalante y de comerciantes como Mauricio Arze, Lagos García. No dejaron documentos escritos, dado el carácter ilegal de su actividad: el negocio clandestino de pieles y esclavos.
No fue hasta 1829, cuando el oeste americano ya no era español sino mexicano, que alguien lo recorrió de ida y vuelta. “Antonio Armijo fue el primero que lo hizo completo, aunque quizá tengan más mérito quienes lo hicieron poco a poco”, opina Laorden, que describe a un mexicano que salió de Santa Fe con 60 hombres y 100 mulas cargadas de mercaderías y se plantó en la misión de San Gabriel, en Los Ángeles, en 86 días.
El «Old Spanish Trail» es el número quince de los Caminos Históricos Nacionales de los Estados Unidos. Sin embargo la ruta sigue siendo poco conocida, y menos transitada. Lo que es una suerte para los exploradores del siglo XXI, pues a través de estas solitarias rutas, carreteras rotas y caminos de tierra, el viajero descubrirá paisajes dramáticos y unos territorios que evocan aventuras, historia y tradición.
Con lugares tan increíbles como el mítico Gran Cañón del Colorado; Monument Valley, paisajes rocosos más propios de películas de ficción como Bryce Canyon, Zion o Capitol Reef; ciudades indias que nos desmontarán los mitos de tribus únicamente nómadas que vivían en tiendas de pieles de animal, como la ciudad india de Mesa Verde, construida en las grietas de las rocas; desiertos despiadados como el de Mojave o Sonora, y el mismo ‘Infierno en la Tierra’, como se le conoce al Valle de la Muerte…
Viejo camino español de los dos oceános
El Old Spanish Trail es una ruta que une los territorios estadounidenses que pertenecieron al Virreinato de Nueva España, de San Agustín (Florida) a San Diego (California). Recorre alrededor de 4000 kilómetros y atraviesa 8 estados.
Partiendo de la primera ciudad europea fundada en Estados Unidos, San Agustin, en Florida, por el asturiano Pedro Ménendez de Avilés, el recorrido termina en San Diego, descubierto por el ilerdense Gaspar de Portolá en 1789.
Cruza Estados Unidos de costa a costa por carreteras secundarias y pistas sin asfaltar que persigue mostrar el país desde una perspectiva hispánica, buscando los muchos restos, recuerdos y reconocimientos que hay a nuestros grandes exploradores.
Según explica Laorden, historiadores texanos han usado para este Camino prolongado hasta Florida el nombre de «Viejo Camino Español», que es un nombre que también se ha utilizado para el camino entre Santa Fe en Nuevo México y Los Ángeles en California, según se ha comentado en párrafos anteriores.
A este autor le gusta más llamar «Camino Español de los dos Océanos» a ese camino prolongado que iba desde San Agustín en Florida a San Diego en Alta California. Una ruta que hace parada en Pensacola, Mobile, Nueva Orleans, la actual Houston, San Antonio, El Paso, Tucson y Yuma. El camino recorre así de uno a otro lado América del Norte, desde el Atlántico hasta el Pacífico. En su conjunto, este es el Camino español más largo de Estados Unidos.
Por el lado de la curiosidad musical, y para terminar, señalar que el cantante de rock norteamericano Lee Dresser -fundador de los Krazy Kats- publicó en 1969 el disco El Camino Real, del cual la canción principal se desacopló como un sencillo y se convirtió en su pieza más famosa.
Una copia original del single El Camino Real vale actualmente entre 150 y 300 dólares estadounidenses entre los coleccionistas, sus placas anteriores a veces incluso casi 1000 dólares estadounidenses. Podemos escuchar la canción en este interesante vídeo montaje que intercala también imágenes y mapas de los distintos caminos españoles.
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