Si la gran mayoría de las personas observa ésta foto, en ella aprecia el encantador colorido de la costa, y quizás no causaría en ellas más que el simple deseo de algún día visitar el sitio, y conocerlo de forma personal…
Por el contrario, si esa misma foto la observa un Bateyero que guarda sentimientos por su tierra, no solo se sobrecoge, sino que también suspira, y a seguidas regresan a su memoria los mejores recuerdos del camino que nos llevaba al terruño Bateyero de antaño, en aquellos tiempos en que vimos pasar nuestros mejores momentos allá en el Batey Central, del Ingenio Barahona…
Al mirarla se me encoge el alma, y los ojos se me mojan con lágrimas de añoranzas al ver las imágenes del camino que me regresa a nuestra Patria Chica…
En ella regreso a caminar el sendero que tantas veces recorrimos en nuestro ir y venir del ‘Pueblo’ al ´Batey´…
Miro, y en ella vuelvo a recordar la ruta que una y tantas veces caminé de las manos de mis padres rumbo al rinconcito amado…
La veo, y en ella veo el largo Camino de Hierro de la Vía Férrea paralela a la costa que nos marcada el camino al Batey, en la cual jugábamos haciendo ´Malabarismos´ caminando sobre ´La Línea´ en un solo pie…
La contemplo, y regresan las imágenes de los días cuando volvíamos en grupo desde el colegio, o cuando junto a los mayores salíamos cargados del Mercado, caminando sin sentir el calor del sol con destino a ese nuestro Batey de siempre…
La observo, y puedo ver la chimenea activa del Central Azucarero en su pujante molienda… Con su Muelle en dura faena de llenar con sacos de Azúcar los Barcos en él anclados… Con su playa ‘El Cayo’ de los interminables pasadías de domingos… Su Muelle ‘Viejo´, sus Manglares, y el desafiante ´Rompeolas´…
Al observarla, revivo el recorrido que tantas veces hicimos pasando frente a Antiguo Cementerio de ´Los Americanos´, La ´Casita Blanca´, Alas del Caribe, el árbol de Laurel Gigante, la ´Changui – Changui´, la Casita del Correo, y más allá…
La vista de una simple foto, que para quienes vivieron allá en aquel Batey Central de aquellos tiempos, es el resumen de los pasos dejados atrás haciendo camino desde cualquier punto de la Cuidad con la finalidad de llegar a ese lugar donde vivíamos en armonía fraterna, donde nuestros padres laboriosos nos formaron y sustentaron con el esfuerzo, el sacrificio de las duras jornadas de sudor y fuerza dejadas en el Central Cañero, y quienes junto a nuestras madres de amor nos dieron la mejor crianza en valores…
Para volver a caminar el camino de aquel Batey de entonces no se necesita contemplar ninguna foto, simplemente solo hace falta dejar volar la imaginación al viento, y con ella recoger los pasos dados una y tantas veces por la ruta que nos trazaban los arboles de flamboyán en flor, y con sus coloridas flores nos guiaban al rincón siempre soñado y recordado: «A ese nuestro Batey Eterno», allá en nuestro Sur Fecundo…
** Foto de: El Barahonero / Hector Rafelin Cuello
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