Vieja costumbre al tomar café que aún pervive en Duvergé

Por el Dr. Rafael Leonidas Pérez y Pérez.

De muchacho observé que mi abuela materna doña Saturnina Estela Pérez Méndez viuda Pérez Mella (Manín) lo hacía.

Aún hoy he observado que mujeres (y hombres) lo mantienen.

Se trata del tomar café caliente echándolo primero en el platico de la taza para enfriarlo soplándolo con la boca.

El motivo por el que la taza de café va acompañada de un plato, nos lo hace saber El Español (https//www.elespanol.com), cuando expresa:

Muchos piensan que se trata únicamente de una «formalidad» o de un elemento decorativo que se utiliza para «vestir» la taza y que quede mejor, sobre todo, en locales como las cafeterías, puesto que es algo que no se suele hacer en las casas.

Sin embargo, ¿cuál es el verdadero motivo por el que el café va acompañado de un plato pequeño? La historia cuenta que este plato era usado originalmente para poder enfriar la bebida.

De hecho, es muy probable que en torno al siglo XVIII, la gente bebiese el café de ese platito, algo que no hacemos actualmente, en tanto que el plato queda relegado a poner la cuchara o la galleta (o similar) que acompaña al café.

Lo que ocurría es que el café se ponía con platos más hondos, de tal forma que lo que hacían era verter el café sobre el plato y así el café se enfriaba antes, de tal forma que podían tomarlo con más facilidad que en una taza pequeña.

El Español referido no sabe, parece, que en Duvergé (otrora Las Damas fundado por los esposos hateros españoles don Cristóbal Pérez y doña María del Pulgar con parientes y esclavos negros africanos de la servidumbre, en la segunda mitad del siglo XVIII) aún se bebe así el café.

La abuela doña Manín, fue descendiente directa de don Cristóbal Pérez, ya que su padre Saturnino Pérez Cuevas era hijo de José Apolonio Pérez Ramírez y este fue vástago del también hatero Pedro Pablo Pérez (Pedrecito), y este era hijo de don Cristóbal Pérez.

Esto es importante saberlo para conocer más ampliamente la historia de la culinaria y gastronomía duvergenses.

(Imagen: Busto de doña Manín, frente al mismo la taza de café con su platico según su costumbre, y al fondo casa donde vivió en la calle Mella No. 45 -antes 41- de Duvergé).