Amanecer duvergense del domingo 12/2/23

Por el Dr. Rafael Leonidas Pérez y Pérez.

Es conocido entre los míos, que pisa un gato o cae al suelo una pluma de colibrí mientras yo duermo y enseguida despierto porque tengo el sueño ligero.

En la madrugada del domingo 12/2/23, casi a las cinco, un motor tras otro en ir y venir con el mofler ruidoso adrede, me hizo abrir los ojos con un penco c…, optando por quedarme tranquilo en el lecho para estar pendiente del discurrir…

Tremenda jauría de perros a coro y en distintos tonos, empezó sus ladridos.

Los gallos no quisieron que les quitaran su ego de reloj despertador, y como si fueran trompetas, tiraron al aire su kikirikíiiiiiiiiiii.

Gallinas cacarearon y hasta pregunté que si las nuestras, criollas, ponían huevos tan temprano pero recordé que reaccionan así también cuando anuncian o se defienden de un depredador.

Un solitario pájaro carpintero cantó con fuerza.

Una tórtola insistió con un melancólico ulular.

Y entró poco a poco el bullicio de la gente y salió despejado el sol duvergense a acompañar al pueblo en su cotidiana faena.

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