Samaná,
9 de septiembre de 1887.
Señor
Francisco G. Billini
Santo Domingo.
Mi estimado amigo:
Su paisano acaba de enseñarme una carta de usted en la que le recomienda me hable de un ferrocarril «que marcha», como se entiende que no hay ferrocarril que deje de marchar, incluso el de Samaná y Sánchez, que ahora marcha de varios modos y doble sentido; no acabamos de comprender o, más bien, ni siquiera empezando a figurarnos cuál es el ferrocarril a que usted se refiere. Es cierto que se refiere mucho tiempo al Eco de la Opinión; pero como hace ya mucho tiempo que El Eco no pasa por la vista de su paisano Antonio, no hemos podido aclarar la cuestión. Así es que su paisano y yo le agradeceremos mucho nos ilustre sobre la materia.
Suponiendo que se refiera usted al proyectado Ferrocarril de Neiba, le agradeceremos mucho nos dé detalles, cuál es el objeto de la empresa, etc. etc. Procuraré El Eco aquí y, una vez enterado, le escribiré.
Por ahora he vuelto a echar manos de la agricultura, estoy sembrando guineos. He hecho un contrato con la Compañía Americana de que usted debe conocer. Terminaré esos trabajos para fines de enero.
Mándeme El Eco de la Opinión; dirija a J. M. Villlarín para J. E. H.
Sin más por hoy, suyo afmo. amigo s. s.,
John E. Hatton
Mejor será que dirija El Eco directamente a mí, puesto que he de vivir en este pueblo algún tiempo.
Si desea escribir algo sobre la empresa de bananos, avíseme y le daré datos.
Escritas las líneas que anteceden, conseguí El Eco y me he enterado del proyecto de Ferrocarril de Barahona y Neiba. Yo creía que se trataba del ferrocarril que proyectaba una compañía americana ahora tiempo.
Mucho me alegro de ver que la idea ha merecido tan buena acogida, no dudo que en todo el país encontrará el apoyo que merece. Si yo por acá le puedo servir de algo, puede contar conmigo para cualquier cosa. ¿No será conveniente que en todas las poblaciones se nombrase una comisión? Creo que no hay razón para dudar del éxito de la empresa si no se desmaya. Si por allá mis conocimientos pueden servir, avíseme y haré cuanto sea posible por ayudarle a llevar a cabo su proyecto.
Puede contar con un accionista más; la suma la dejaré para cuando vaya a esa, que será pronto.
Le deseo todo éxito.
Suyo afmo.,
John E. Hatton
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