El Marketing Político. Una herramienta formidable para posicionar candidatos.

09 de abril de 2024.

Por: José A. Mateo Gil

En el pasado, los procesos electorales se desarrollaban al margen del uso de agencias publicitarias que se hicieran cargo de proyectar la imagen de los candidatos a puestos electivos. Aunque la estrategia política, que es una variable fundamental del marketing para posicionar candidatos se remonta a la Antigua Grecia y al Imperio Romano, no es hasta mediados del siglo XX que tiene su origen el «MARKETING POLÍTICO», como herramienta para crear percepciones.

En el año 1952, el aspirante a la presidencia de EEUU, Dwight Eisenhower recurrió a una agencia publicitaria para que se hiciera cargo de su campaña electoral. De igual forma, años más tarde, en ocasión del famoso debate entre John F. Kennedy y Richard Nixon, en la década de los años 60, también recurrieron a la contratación de expertos en MARKETING POLÍTICO para perfeccionar su imagen ante las cámaras de televisión. Desde entonces, las campañas electorales para elegir a los candidatos en todas las latitudes del planeta se auxilian de expertos en la materia para alcanzar un posicionamiento que supere las posibilidades de éxito de su oponente.

El hombre, es un ser social que por su naturaleza necesita permanecer en grupo, interactuando con otros individuos para disfrutar de una vida plena. Para tales fines, se enfoca en buscar e idealizar la figura de un líder que le garantice velar por la seguridad y armonía de los habitantes de un conglomerado social. Es sobre la base de estas aspiraciones del ser humano, que los políticos del siglo XXI se auxilian de estrategas conocedores del «MARKETING” para crear percepciones, proyectar imágenes, y posicionar candidatos.

Los expertos en esta disciplina, en la mayoría de los casos, no escatiman esfuerzos para utilizar métodos que riñen con la ética y la moral con tal de lograr sus objetivos. En este sentido, los conocedores del tema en cuestión, utilizan con frecuencia los postulados de uno de los primeros tratados de «MARKETING POLÍTICO» que registra la historia, «EL PRINCIPE», de Nicolás Maquiavelo, que se remonta al siglo XV. Maquiavelo es el autor de una de las frases más usadas en los corrillos políticos » EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS». Sus ideas están enfocadas en el pragmatismo del arte de gobernar, rompiendo todos los esquemas establecidos hasta la publicación de dicho tratado, dejando de lado la ética y la moral cuando se propone lograr un objetivo.

En la República Dominicana del siglo XX, la competencia entre los partidos mayoritarios se libraba en las calles, donde los líderes de esas organizaciones políticas convocaban a su militancia para celebrar grandes concentraciones, con el único y firme propósito de mostrar su fortaleza y crear percepciones en el electorado. El que lograba llevar más gente a ese punto de encuentro tomaba la delantera, creando la sensación en la psiquis del pueblo votante, de que el partido que llevara más gente ganaría las elecciones. Ese fue un patrón que siguieron todas las organizaciones políticas, desde la fundación de la república, hasta el surgimiento y desarrollo de la era digital y los estudios de mercado.

Desde el surgimiento de los primeros rasgos democráticos, luego del ajusticiamiento de Trujillo en el año 1961, las tres concentraciones de masas más significativas del pueblo dominicano fueron: En ciudad nueva, cuando el presidente Francisco Alberto Caamaño presentó renuncia al gobierno constitucionalista; la del Dr. José Francisco Peña Gómez, en el puente de la 17, siendo candidato a presidencia de la república y la convocada por el Profesor juan Bosch, en la intercepción de la avenida Máximo Gomez con John F. Kennedy en el año 1990.

Nunca en la historia política dominicana habían acudido tanta gente de manera voluntaria a apoyar a un presidente o candidato presidencial. Ambos políticos, Bosch y Peña, tenían razones más que suficientes para motivar a sus seguidores a participar en esas manifestaciones. Los dos líderes, cada uno por separado, tenían el objetivo común de sacar al Dr. Joaquín Balaguer del poder, que gobernó durante 22 años, valiéndose de artificios electorales para retorcer la voluntad popular. En esa ocasión el pueblo apoyó a los dos líderes de la oposición tiñendo de blanco y morado la capital dominicana.

Entrado el siglo XXI, con los avances de la tecnología de la información, el uso de las plataformas que nos dispensan las redes sociales, y el florecimiento marketing político, la forma de hacer política y crear percepciones ha cambiado. Las caravanas, los mítines de cierre de campaña, las alocuciones de los principales líderes de oposición en la radio, entre otras iniciativas proselitistas que en el pasado dieron resultados extraordinarios a los candidatos, hoy pueden ser considerado como cosa del pasado. El político que no lo entienda así, está perdiendo su tiempo. Históricamente, todos los partidos mayoritarios realizan grandes caravanas y concentraciones de masas. Sin embargo, la presente generación no les da importancia a esos eventos multitudinarios. En la actualidad, los estrategas de la comunicación utilizan herramientas más modernas para cambiar la percepción en el pueblo elector.

Luego de la división del PLD en el año 2020, con la salida del Dr. Leonel Fernández del partido de Juan Bosch, todo parece indicar, que la actividad política ha dado un giro de 360 grados en lo que respecta a la forma y en el fondo para crear percepciones en favor de un candidato en particular. En cuanto a la forma, las redes sociales, el periodismo de opinión, y los estrategas de comunicación de los partidos, tanto del oficialismo, como de la oposición, a la hora de vender a sus candidatos contratan los servicios de expertos internacionales para mejorar su imagen ante el pueblo votante.

A todas luces, los asesores del oficialismo han logrado posicionar a su candidato a la reelección de manera más efectiva que sus oponentes. Así lo indican la mayoría de las encuestas. A tal punto, que han logrado vender al presidente de turno, como el mesías que ha venido a redimir al pueblo del pecado, y de hecho, lo han logrado. En cuanto al fondo, esos mismos estrategas, desde el principio de la gestión de gobierno, aconsejaron al presidente para que se abrazara a dos temas neurálgicos, que, a la larga, garantizarían su permanencia en el poder más allá de los cuatro años del período presidencial.

En atención a esos propósitos, la estrategia política del PRM al inicio de su gobierno fue certera. Por un lado, el presidente de la república, el 16 de agosto del 2020, a su llegada al poder, antes de nombrar su gabinete, emitió el primer decreto designando a la Dra. Mirian Germán como procuradora general de la república, vendiendo de inmediato la idea de un «MINISTERIO PÚBLICO INDEPENDIENTE», y de hecho, el pueblo así lo percibe. Y, por otro lado, agotó un período de 4 años pidiendo a la comunidad internacional que les buscara una salida a los problemas de Haití, porque la solución a la crisis de ese pueblo no está en el lado dominicano. Y para ponerle la tapa al pomo, sus asesores de «MARKETING POLÍTICO» crearon un espacio comunicacional, generando corrientes de opinión a través de la convocatoria de los lunes a la denomina » LA SEMANAL»; una genial iniciativa para promover los temas que le interesan al gobierno, trazando la agenda de opinión en los medios de comunicación y las redes sociales, dejando sin aliento y sin discurso a los líderes de oposición.

En la presente gestión de gobierno, las estrategias políticas oficialistas han sido exitosas, en lo que respecta a ganarse el favor y la simpatía de un segmento importante del pueblo dominicano. Abrazarse a la estrategia del «combate a la corrupción” con el » Ministerio público independiente»; así como elegir el tema haitiano, que en teoría unifica el sentimiento nacional, ha catapultado las aspiraciones del presidente, a tal punto, que el principal líder de oposición se vio obligado a leer una declaración pública, coincidiendo con el discurso del presidente, ante la agresión grosera que los organismos internacionales intentan hacer a la soberanía nacional. Este es un indicador de que las estrategias mercadológicas del oficialismo han dado resultados demoledores en detrimento del frente opositor.

Esta iniciativa ha creado la percepción de que la reelección es la fórmula ganadora en la presente contienda electoral. Todo parece indicar que a la gente no le ha importado que las ejecutorias del presente gobierno no hayan podido lograr realizar los cambios que con bombos y platillos los lideres oficialistas habían prometido al pueblo en su discurso de campaña. Lo que la gente percibe es que el presidente Abinader ganará en primera vuelta. Y esta percepción es el resultado de un guion bien estructurado del marketing político del oficialismo. Los perremeistas pasaron con buenas notas esa materia. En consecuencia, pudieran ser considerados como los magos de esta disciplina.

En lo adelante, la clase política dominicana agrupada en el sistema de partidos, debe cambiar el chip en la forma y en el fondo de ejercer la política. Los métodos del pasado deben quedarse en el baúl de los recuerdos. Los avances logrados por la tecnología de la comunicación, las redes sociales, y la formulación de estrategias de marketing político bien estructurada, son las herramientas que han determinado el posicionamiento de los candidatos en las elecciones a celebrarse en mayo del presente año. Apenas a 40 días de la próxima contienda electoral, a los partidos de oposición se les haría muy difícil revertir la percepción que el PRM ha logrado sembrar en la mente del pueblo elector. Tienen que apurar el paso. Sólo un milagro pudiera poner a la oposición a competir con el oficialismo, y en estos tiempos, la carencia de fe impide cosechar esa gracia divina.

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