¿FUE VIOLACION O NEGOCIO?

Por: Ing. Carlos Manuel Diloné

CÁPSULA DE HISTORIA

Esta historia ocurrió en Barahona, el 29 de Agosto de 1938.

Cada pueblo  conserva características sociales, culturales, económicas y políticas que la hacen distintas a las de otras comunidades. De modo que se crean y desarrollan una multiplicidad de formas de relacionarse entre sus ciudadanos, en donde se transmiten las culturas de los grupos y sociedades.

En esa dinámica y cuando el alcohol tiende a desinhibir a las personas, si los sujetos no se adhieren a la moral, se producen episodios como el siguiente, donde el deseo parece haber vencido a la cordura.

Sucedió que Reina Almanzar, mujer de 33 años de edad, natural de Salcedo y domiciliada en una casa sin número de la calle Vicente Noble de esta ciudad de Barahona, “soltera” aun y de oficios domésticos, se presentó a las ocho de la noche del lunes al Cuartel General de la Policía a denunciar que Martiano Pérez y Laura Portes —esta última vecina suya—, había violado su domicilio rompiendo el candado de la puerta y utilizando la más cómoda de las camas de todos los muebles de su cuarto dormitorio, le dieron riendas sueltas a la pasión, provocando ruidos ensordecedores.

¡Aquello era grande! Fueron enviados dos agentes de la P.N. a investigar el suceso. Y ciertamente en la casa de Reina eran dueños y señores Martiano, joven de 25 años, natural de esta ciudad y Mercedes, muchacha de las catalogadas entre las que, según se dice, llevan la más alegre de las vidas, de 18 años de edad, natural de la Provincia de Barahona.

Fueron forzados a dar un paseíto al cuartel. Allí los jóvenes fueron interrogados. “Dicen que olían y no a ámbar, sino a ron del criollo, de ese que se vende en todas las pulperías”. Puestos a declarar, ellos dijeron que desde hacía horas estaban un poco alegres y que hablaron con Reina para les alquilase su habitación. Ella accedió. Cuando llegaron a la pieza la encontraron con un candado abierto. Lo quitaron y entraron. No esperaban aquella sorpresa policial, que los encontró con el badajo tocando la campana. El caso pasó a la Alcaldía, donde se ventilaría mejor.

¡Cualquiera puede imaginar si aquí hubo un alquiler con pago frustrado o si se trata de una violación de domicilio!

Fuente: Listín Diario del sábado 3 de septiembre de 1938.

vinylcuttingmachineguide.com