La Semanal. Una estrategia política del oficialismo para trazar la agenda nacional.

30 de noviembre de 2023.

Por José A. Mateo Gil.

La comunicación, es el arma más poderosa con que cuenta el ser humano. A través de ella, informamos, persuadimos, creamos percepción, y los líderes políticos posicionan a sus candidatos a puestos electivos. En el pasado, la estructura que servía como soporte a los medios de comunicación, se limitaba a la radio, la televisión y los periódicos. El desarrollo y avance de la tecnología la información, si bien no han podido desplazar a los medios tradicionales, ocupan un lugar importante en la preferencia de la población a la hora de buscar la noticia de lo que acontece en el mundo.

La plataforma en que están montadas las redes sociales, tales como, Facebook, Instagram, twitter, WhatsApp, entre otras, ha cambiado los hábitos y costumbres de las personas interesadas en mantenerse informada. Un segmento importante de la población, utiliza el celular para buscar la noticia del momento. A diferencia del período de la guerra fría, donde la radio, la televisión, y la prensa escrita fueron los medios utilizados para servir una informacion real, aunque ésta llegara de manera tardía y en el peor de los casos, distorsionada.

En la sociedad del siglo 21, la noticia corre a la velocidad de un rayo. No importa en el lugar del planeta donde te encuentres, las redes sociales te sirven la informacion al instante, contrario a lo que ocurría en el pasado, que la información estaba atada a las publicaciones del New york Times de EEUU, la agencia EFE de españa, la agencia APF en Fracia, y la agencia Reuters en Inglaterra, entre otras. Estas fueron las fuentes noticiosas que por décadas orientaron a todos los países. Las informaciones ofrecidas por estos diarios, en algunas ocasiones, había que tomarlas con pinzas. Los líderes imperiales controlaban la informacion, que, por lo regular, acomodaban la noticia en atención a sus intereses particulares.

El proceso evolutivo de los medios de comunicación a nivel mundial, facilitan la labor de los comunicadores. A tal punto, que en los últimos años, los líderes mundiales utilizan las redes sociales para comunicar decisiones de estado, que en el pasado requerían de una alocución del ejecutivo para hacer llegar un mensaje al pueblo. Con Donald Trump, expresidente de EEUU, se inicia una nueva modalidad de comunicar. Los asuntos de estado los trata mediante la utilización de las redes sociales. Hoy, es una práctica recurrente en los mandatarios, informar al pueblo las decisiones gubernamentales a través de un dispositivo electrónico. La República Dominicana no escapa a la utilización de esas herramientas para comunicar. El presidente Abinader, no solo comunica a través de twitter, sino que ha puesto en marcha la denominada » LA SEMANAL», que consiste en una especie de rueda de prensa, convocando a un grupo selecto de periodistas, con invitación especial, para tratar los diferentes tópicos de la vida nacional.

Esta iniciativa del presidente, ha provocado reacciones encontradas en la población. Para algunos analistas, «LA SEMANAL» constituye en error político del mandatario, debido a que se expone demasiado a preguntas que pudieran ponerlo en apuros, cuando la respuesta no compense las expectativas de la población votante. De acuerdo a estos analistas, otro aspecto negativo de » LA SEMANAL «, es el hecho de que la frecuente exposición en público del presidente de la república, y candidato a la reelección del PRM, provoque un desgaste natural a la figura presidencial. En cambio, otros plantean que «LA SEMANAL», es una idea genial que pone de manifiesto la transparencia de la presente gestión de gobierno. Ambas posiciones pudieran tener argumentos válidos que justifiquen este encuentro semanal entre los periodistas y el presidente.

Sin embargo, en mi opinión, » LA SEMANAL», no es un capricho del presidente, ni mucho menos producto de la casualidad. Esta iniciativa es el resultado de un guion bien estructurado, que los estrategas de Luis Abinader elaboraron para trazar la agenda en los medios de comunicación e impedir que la oposición pueda capitalizar temas adversos a las decisiones del gobierno. Para ellos, en esta coyuntura electoral, tiene una importancia de primer orden poner los temas que les interesan y tumban los que les perjudican. Es por esta razón, que cada vez que la oposición hace esfuerzos para anunciar la consolidación del acuerdo «RESCATE RD», sacan el tema de los medios con otros anuncios cuyo contenido se enmarca en promesas gubernamentales.

No olvidemos, que desde el inicio del gobierno el presidente Abinader se abrazó a dos temas sensibles que en su momento afectaron a la sociedad dominica. Por un lado, el combate a la corrupción, y por otro, el conflicto dominico-haitiano. Ambos temas se desgastaron, y desafortunadamente, los ingentes esfuerzos del presidente para resolverlos, han sido en vano, los problemas siguen ahí, y lo único que se ha logrado es crear percepciones. El tema obligado a largo de estos tres años de gobierno ha sido la » lucha anticorrupción, que no ha producido una sola condena; y la problemática dominico- haitiana, que, con la construcción de un canal del otro lado de la línea limítrofe, que desvía el rio Masacre, y el posterior cierre de la frontera por parte de las autoridades dominicanas, como respuesta a la negativa de los haitianos a detener los trabajos del canal, ha profundizado la crisis entre los dos pueblos.

Las dos estrategias ejecutadas por el líder del PRM, arrojaron resultados favorables a la figura del presidente. A tal punto, que aún sigue encabezado la preferencia del electorado en la mayoría de las encuestas. Los asesores del presidente en materia electoral, sacaron el jugo de estos dos temas, y cuando no lograron extraer una gota más, el bagazo del tema anticorrupción y el conflicto dominico-haitiano, fueron tirados al zafacón, sacándolo de los medios de comunicación. “LA SEMANAL», es una continuación del guion reeleccionista. Y en los actuales momentos se ha convertido, en el As que el PRM tenía debajo de la manga para trazar la agenda nacional, poniendo los temas que le benefician, y quitando los que les perjudican.

Si a alguien hay que darle un reconocimiento en la presente campaña electoral, es a los estrategas del presidente Abinader. Han logrado que todos lunes, en «LA SEMANAL», dominar y moldear el escenario político dominicano, acaparando la atención del pueblo elector. Ante esta situación, los líderes de la oposición, todo parece indicar que no se han percatado de esta jugada maestra del candidato del oficialismo, que tiene anestesiado al pueblo con anuncios sensacionalistas sobre proyectos futuros, que en la práctica resultan imposibles de cumplir en el corto período de gobierno que culmina el 16 de agosto del 2024.

Los partidos que forman parte del frente opositor » RESCATE RD » tienen que apurar el paso. Deben de elaborar estrategias comunicacionales que destruyan los efectos de la agenda que traza el presidente Abinader en su intervención de los lunes. El oficialismo, con un tema, tumba otro, dejando a la oposición en aparente situación de indefensión. Para tales fines, el frente opositor debe iniciar una cruzada tendente a aumentar la presencia de sus voceros en los medios de comunicación y las redes sociales, como respuesta a la ofensiva lanzada por el PRM, que no escatiman esfuerzos y recursos para mantener cautivo al pueblo elector en favor de la reelección.

No cabe dudas que la alianza opositora ha logrado avances significativos en su propósito de construir candidaturas fuertes para las elecciones congresuales y municipales con posibilidades reales de ganar la mayoría de los escaños, pero en este tramo de la campaña tienen que ser más proactivos. En consecuencia, «Rescate RD» aún está a tiempo para revertir el avance del oficialismo con miras a las elecciones presidenciales del 2024. La campaña electoral aún no entrado en calor, por consiguiente, lo único que garantiza un proceso electoral competitivo, es la compactación del frente opositor «Rescate RD». Así y solo así, se impediría un desenlace en primera vuelta en las elecciones que se avecinan.