Por: Ing. Carlos Manuel Diloné
“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles”. Bertolt Brecht.
Esa frase encaja perfectamente en el accionar del buen Barahonero el Arq. Julio César Osorio, un hombre siempre dispuesto a luchar por las mejores causas de la región y por la elevación del conocimiento, mediante el esfuerzo y la superación humana. Conozco a Osorio (Pipilo) desde mis años mozos, cuando correteábamos en nuestro Batey Central, en esa época romántica de la niñez, de la que nunca deseamos haber emigrado.
Como parte de una visita a la renovada XXV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2023 (FILSD 2023), que en esta ocasión tiene como país invitado a Israel, después de comprar algunos libros en el Pabellón de las Lecturas, me trasladé al Museo de Arte Moderno (MAM), para observar las obras exhibidas en la XXX Bienal Nacional de Artes Visuales 2023, edición dedicada al consagrado artista Barahonero Jorge Pineda, al subir al segundo nivel del Museo quedé deslumbrado, petrificado, al observar los principales trabajos de dibujos e instalaciones y reconocer que el del Arq. Osorio ocupa un lugar de principalía.
No podía creerlo, es que Osorio nunca nos había manifestado que era un maestro del pincel; intrigado comencé a indagar hasta comunicarme con un encargado de área del referido Museo, éste me manifestó que “la Bienal de Artes Visuales está siendo dedicada a un grande de las artes plásticas del país y del mundo, el barahonero Jorge Pineda”. Señalándome el cuadro del Arq. Julio César Osorio, me dijo: “Esta obra pertenece a otro excelso Barahonero”.
No sé si en otras ocasiones dos Barahoneros se hayan juntados en una misma Bienal, en el Museo de Arte Moderno, lo que sí puedo testificar es la profunda emoción que sentí al ver la obra de mi hermano y amigo Pipilo en un lugar privilegiado de la sala, dónde lucía todo su majestuoso esplendor.
La obra mágica del Arq. Julio César Osorio lleva por título “CONECTADO”, es un vínculo vital, un hilo conductor que une una gota de agua entre el cielo y la tierra, nutriendo tanto la gestación como el nacimiento. Un diálogo continuo con la Biofilia, entrelazando la arquitectura cotidiana con la Biodiversidad Circundante. Manteniendo los ojos bien abiertos, participando en una intercomunicación constante con el universo y la esencia misma de nuestro ser.
En la obra se despliegan fibras y redes íntimas que brindan la herramienta para cartografiar el territorio del autor, redescubriendo su identidad que se enmarca en el follaje abrazador de una isla caribeña. Este vínculo es un lazo Afectivo; es una interpretación personal que se teje de forma libre y abierta, naturaleza, cambio climático e individuos que crean una atadura afectiva que trasciende las barreras visuales y espaciales. Estas redes otorgan uso y acceso a gran velocidad constante a «las zonas de vida en las Reservas de Biosfera Jaragua, del mágico y exuberante suroeste», que siempre se mantiene vibrante y palpitante en «línea», conectándonos en tiempo real, a ti y a mí. “En esta conexión reside MI IKIGAI, mi propósito vital, como una joya enraizada en mi experiencia compartida como un laboratorio de vida”. Nos narra el autor.
Qué grande es el Arq. Julio César Osorio, con la humildad como estandarte, el trabajo como lema y la responsabilidad como disciplina, este hombre nos muestra su alma desnuda, nos lleva de la mano a cabalgar por sendas imaginarias, los espacios siderales de nuestras fantasías, en Osorio confluyen las ideas y se condensan los anhelos de un Barahona cada vez mejor, cada vez más prospera.
Gracias dilecto hermano y amigo, por prestigiarnos con tu amistad y cariño. Sigues remontando tu vuelo y continúas mostrándoles al mundo, el caudal de infinitas imaginaciones que habitan en ti.
¡Salud y larga vida, para el Arq. Julio César Osorio, orgullo de todos los Barahoneros!
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