Barahona: ¿A quién le importa? Fuego a la Lata (1 de 2)

Por: Ing. Carlos Manuel Diloné

A raíz de ser proclamada la independencia de la República Dominicana, la memorable noche del 27 de febrero de 1844, comenzada por el trabucazo disparado por el prócer Matías Ramón Mella. No bien la noticia de este suceso llegó a Puerto Príncipe, el presidente Charles Rivière-Hérard se apresuró a tomar las disposiciones más indicadas para aplastar, en el menor tiempo posible, las ansias de libertad de la incipiente nación dominicana.

Para ello, hizo marchar a 30 mil hombres con artillería compuesta de obuses y piezas de grueso calibre, lo dividió en tres columnas bajo su dirección suprema, la primera, en el centro, de cuyo mando se hizo cargo él, marchó a las Matas, San Juan de la Maguana y el Valle del río Yaque del Sur. La segunda, el ala derecha, bajo las órdenes del general Souffrant y del coronel Brouard, marchó por la Hoya de Enriquillo (el camino de los lagos) rumbo a Neiba. La tercera, el ala izquierda, bajo el mando del general Pierrot, tenía por misión invadir por Dajabón. Al final se impuso el arrojo y el coraje de los dominicanos, pero las batallas fueron muchas, continuadas y sistemáticas, más de 15 años de constante peleas.

Hoy la provincia de Barahona está siendo atacada de manera inmisericorde, sin piedad, por tres columnas de sanguinarios, que utilizando la ignorancia y las necesidades de nuestras comunidades, han maniobrado para aniquilarlas.

El primer frente lo integra el Consorcio Azucarero Central (CAC), una empresa que se ha convertido en un verdadero cáncer para la comunidad de Villa Central (Batey Central) y la región Enriquillo, esta empresa no puede exhibir una sola obra que haya construido en Villa Central, todo lo que hace es sobre la base del odio a la comunidad. Recortaron la chimenea del Ingenio Azucarero a menos de la mitad de su altura, para vomitar sobre los habitantes del Batey Central el polvillo del carbón mineral que ligan con el bagazo de caña, en unas calderas que no son aptas para quemar carbón mineral. Cerraron la calle que comunica con las casas de la calle Alejandro Peláez (antigua Cuarta avenida) para convertirla en Parqueos Privados para el Consorcio Azucarero Central (CAC), en franca violación al Contrato de Arrendamiento, están cercando propiedades y conminando a salir a las gentes de sus casas. Lograron conseguir una Concesión Provisional para instalar una planta de 7 MW, utilizando como combustible biomasa, cuando en realidad de lo que se trata, es de confundir a la población, usando bagazo de caña con carbón mineral en el CAC[1].

El hecho de los directivos del Consorcio Azucarero Central haber recortado la altura de la chimenea del Ingenio Barahona a la mitad de su altura, constituye un delito que compromete la responsabilidad de los mismos, esa acción implica que los gases y contaminantes que salen de la chimenea, caen directamente en la población circundante. Las Chimeneas son los conductos construidos para dar salida a la atmósfera libre a gases resultantes de una combustión –o de una reacción química (“gases de cola”) – para su dispersión en el aire ambiente.

Existe toda una normativa que regula la altura de las Chimeneas, de modo que si en la proximidad de la chimenea existen obstáculos naturales o artificiales (estructuras o edificios, incluyendo el que soporta la chimenea en cuestión) que puedan perturbar la dispersión de las emisiones, es necesario corregir la altura de la chimenea calculada. EN ESTE CASO DEBIERON AUMENTAR LA ALTURA, además de colocar filtros, para limpiar el aire del ambiente disminuyendo la cantidad de partículas que se encuentran en suspensión.

La primera foto muestra el estado actual de la chimea, la segunda el tamaño original de la misma desde el año 1919.

Las actuaciones del Consorcio Azucarero Central (CAC), en los campos agrícolas son peores que las que realiza en el Batey Central, allí realiza toda clase de violaciones a la dignidad humana, desaloja campesinos de sus tierras, como si estuviésemos viviendo en los tiempos de “Concho Primo”,  varios trabajadores del CAC dicen sentirse engañados con sus pagos,  El Consorcio Azucarero realiza el método de distribución aérea (en avionetas) de herbicidas (glifosato) en sus plantaciones de caña, que tienen la función de maduradores de la caña. Cuando este herbicida llega a los predios colindantes, destruye todos los cultivos (plátanos, yucas, maíz, tomates, Sandías, etc.), les dan una apariencia que los productores describen como si se quemaran, muchísimos “agricultores de Barahona aseguran que los productos químicos usados por el Consorcio Azucarero Central (CAC) en sus campos de caña perjudican la fauna de la zona y parcelas colindantes sembradas de plátanos y otros rubros, al punto que les han generado pérdidas económicas y han demandado a la empresa ante la justicia”.

Con los madurativos se busca modificar las condiciones naturales de maduración para incrementar el contenido de azúcar. Al favorecer la acumulación de sacarosa y provocar un desecamiento temprano del follaje, permiten efectuar un despuntado más alto y disminuir el contenido de materias extrañas que llegan a la fábrica, mejorando la eficiencia global de la cosecha. Sin embargo, este método destruye todos los sembradíos a su alrededor, se maduran (se secan), los ajíes, guineos, plátanos, tomates, molondrón, gandules, habichuelas, etc., elimina a los pequeños agricultores a su alrededor, luego el CAC les hace creer que el cultivo es afectado por la Sigatoka, argumento rechazado por los agricultores de Barahona.

Del mismo modo, este glifosato causa la muerte de insectos importantes, como las abejas. Los biólogos han dado la voz de alarma sobre la grave disminución de las poblaciones de insectos que afectan la diversidad de especies. Además, los científicos advierten que estos productos con glifosato y otros productos similares dañan los ecosistemas al alterar las cadenas alimentarias naturales y la polinización de las plantas.

El CAC había identificado, en tiempos pasados, con los nombres de Roundup y Fusilade, a los dos herbicidas o productos que aplican una vez al año a los campos de caña, entre noviembre y diciembre, previo a la cosecha, que hacen una función de maduradores de la caña.  El ingrediente activo de estos nombres comerciales es el glifosato que es un herbicida no selectivo, “lo que significa que tiene efectos sobre la mayor parte de las especies de plantas verdes. Por ello hay que tener cuidado en su uso, protegiendo a las plantas deseables”, advierte en su página web la empresa Monsanto, que lo produce.

Roundup ha estado bajo un microscopio desde 2015 cuando la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) declaró que el ingrediente activo del glifosato de Roundup es un posible carcinógeno humano. Desde entonces, el fabricante de Roundup, Monsanto (comprado por Bayer) ha estado luchando contra miles de demandas alegando que el producto causó el linfoma no Hodgkin. Desafortunadamente para la compañía, un número creciente de países, estados y ciudades han estado restringiendo o prohibiendo por completo Roundup y el uso de glifosato.

Glifosato utilizado por el CAC, para madurar la caña artificialmente.

La empresa «Monsanto» fabrica el herbicida «Roundup», el cual según un fallo de un jurado de California, causó cáncer a una pareja de ancianos tras usar por años éste químico (glifosato) en sus plantaciones. La compañía farmacéutica alemana Bayer, deberá pagar al menos 2,000 millones de dólares tras perder el juicio de su marca «Monsanto», empresa adquirida en junio de 2018.

En los Estados Unidos, hay al menos 150 ciudades en la nación que tienen políticas de primeros pesticidas orgánicos. Si bien las agencias nacionales han tardado en adoptar una posición de que Roundup y su ingrediente activo son cancerígenos, los municipios están liderando la carga al prohibir o restringir el uso de la sustancia química.

Desde que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer descubrió que el glifosato es probablemente cancerígeno en 2015, varios países han prohibido o restringido el uso de glifosato. Austria se convirtió en el primer país de la UE en prohibir el glifosato en julio de 2019. Alemania anunció en septiembre que comenzará a eliminar el controvertido herbicida para 2023. Los países que tienen algún tipo de legislación sobre el glifosato incluyen: Bahrain, Belgium, Bermuda, Czech Republic, Denmark, France, Germany, Italy, Kuwait, Malawi, Netherlands, Oman, Qatar, Saudi Arabia, Sri Lanka, St. Vincent and the Grenadines, Thailand, United Arab Emirates, Vietnam, etc.

El uso del glifosato ha sido prohibido en México, “durante uno de los últimos actos de Gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en 2020, se realizó la aprobación de un decreto con el cual pretende eliminar en el territorio azteca el uso del glifosato, así como la utilización del maíz transgénico”. En Colombia, las pulverizaciones aéreas de glifosato fueron prohibidas en 2015 por la Corte Constitucional, “el uso del glifosato ha generado debate en el país ya que la Corte Constitucional ordenó al Gobierno de Colombia suspender la fumigación hasta que se tengan estudios ambientales y de salud”.  En Argentina 12 ciudades aprobaron una ordenanza que prohíbe el uso, la venta y la comercialización del herbicida glifosato. “Quedó acreditado que el glifosato tiene presencia química y consecuencias para la salud humana, que se traslada por viento y agua y que tiene razonabilidad la prohibición”. En Brasil, la justicia pidió en 2015 a la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria (Anvisa) evaluar «urgentemente» su toxicidad de cara a una posible prohibición, una decisión que no gusta a la potente industria agrícola del país. En el Salvador, el glifosato formaba parte de una lista de 53 productos agrícolas prohibidos en 2013 pero luego lo retiraron junto a otras diez sustancias. Existe también una comisión para evaluar los riesgos.

La sociedad de la Región Enriquillo, ha levantado su voz de protesta ante los atropellos del CAC con humildes labriegos y campesinos a los que desaloja, mediante el uso de la fuerza de sus pequeños sembradíos, Sacerdotes de la Diócesis de Barahona denunciaron que en los alrededores de Tamayo y Neiba se produjo un desalojo de pequeños productores y acusaron del hecho al Consorcio Azucarero Central (CAC).

«Parcelas que estuvieron cultivadas de plátano, guineo, limones y frutos menores fueron destrozados por los equipos pesados de la empresa azucarera extranjera», manifestaron.

Organizaciones campesinas y sindicales de la región Sur denunciaron que representantes del Consorcio Azucarero Central (CAC) y del Instituto Agrario Dominicano (IAD) se han confabulado para quitarles unos terrenos para entregárselos al CAC para la siembra de caña.

No conforme con los daños causados, tanto en los campos agrícolas como en el Batey Central, el Consorcio Azucarero Central en su voracidad infinita, quiere utilizar las tierras del Municipio costero de Enriquillo para sembrar cañas, en unos terrenos con vocación turísticas, cuyos habitantes se niegan rotundamente a esas pretensiones.

¡QUE DEMONIOS ES LO QUE QUIEREN¡


[1] RESOLUCIÓN NÚM. CNE-CP-0017-2020. OTORGAMIENTO DE CONCESIÓN PROVISIONAL. COMISIÓN NACIONAL DE ENERGÍA (CNE), de fecha veintinueve (29) días del mes de julio del año dos mil veinte (2020).

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