RedacciónBBC News Mundo
Todos los días, los cientos de pacientes afectados por el coronavirus covid-19 inundan los hospitales de Italia.
El colapso del sistema de salud en este país ha sido uno de los principales problemas para hacer frente a una pandemia que ha causado miles de muertes en el mundo.
Y el caso de Italia ha sido dramático: con más de 35.700 contagiados hasta este 19de marzo, el total de víctimas fatales superaba los 3.400 después de vivir su peor día con 475 muertes.
Italia se convirtió este 19 de marzo en el país con mayor número de muertes tras superar a China, que registraba 3.241.
Entre todo este caos, hay quienes han tenido que liderar una labor especialmente difícil: los médicos.
Son ellos quienes se han enfrentado día a día a la presión por salvar vidas en un país que se ha visto superado ante la emergencia.
¿Cómo viven esta crisis sanitaria los especialistas que están en la primera línea de lucha contra el coronavirus en Italia?
Colapso de los servicios de salud
El rápido y exponencial crecimiento de contagios en Italia puso en evidencia la fragilidad del sistema de salud del país europeo.
Las 5.200 camas de cuidados intensivos que existen en este país se vieron rápidamente sobrepasadas, pues muchas de ellas ya estaban ocupadas por pacientes con problemas respiratorios (que aumentan en los meses de invierno).
La situación es aún peor en las regiones más afectadas por el coronavirus -Lombardía y Véneto-, donde tienen solo 1.800 camas, sumando instituciones públicas y privadas.
Además, la escasez de ventiladores mecánicos, de mascarillas e indumentaria clave para combatir el covid-19 ha hecho que Italia tenga que solicitar ayuda internacional.
Todo lo anterior ha generado que la labor de los médicos se vuelva cada vez más difícil, debiendo tomar decisiones arriesgadas bajo altos niveles de estrés y durante largas jornadas de trabajo.
«La situación de los médicos en Italia es realmente dramática«, le dice a BBC Mundo Filippo Anelli, presidente de la Federación Nacional Italiana de Órdenes Médicas (FNOMCeO).
Anelli explica que esto se debe, en parte, a la falta de dispositivos de protección individual (IPD), como ropa adecuada, para tratar a los enfermos.
«Los médicos generales, que trabajan en el hospital en turnos de 12 horas o más, no tienen IPD. Entonces, si se enferman, se convierten en superpropagadores. Es decir, pueden propagar la infección entre sus pacientes”, explica.
Por otro lado, el presidente de la FNOMCeO afirma que «el agotamiento de los médicos« es también un problema.
«Los doctores están estresados por el exceso de trabajo y también por la pérdida inesperada de colegas, parientes, amigos y pacientes», apunta.
De esta forma, Anelli reconoce que el covid-19 ha desencadenado una de las mayores crisis en el servicio sanitario nacional italiano de su historia.
«El coronavirus reveló las lagunas y los problemas críticos de la gestión de los sistemas de salud de los últimos años», explica.
«Abrumados por un tsunami»
La semana pasada, el testimonio de un médico de la ciudad de Bérgamo, llamado Daniele Macchini, se hizo viral en las redes sociales.
A través de su cuenta de Twitter, el doctor aseguró que su equipo de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) se ha visto «abrumado por el tsunami» y que ciertos elementos, como ventiladores, se han vuelto extremadamente valiosos: «como el oro«.
«Los casos se multiplican, [tenemos] 15-20 admisiones por día, todos por la misma razón (…). De repente, la sala de emergencias se está derrumbando», escribió.
«Algunos de nuestros colegas que están infectados también han contagiado a familiares, y algunos de sus familiares ya están entre la vida y la muerte», agregó.
Ante ello, varios médicos y enfermeras han asegurado que viven «una tensión nunca vista en tiempos de paz».
Algunos, incluso, han señalado que es comparable con lo que podría vivirse en una guerra.
Al respecto, Anelli observa: «Vamos a escenarios que son propios de la medicina de desastres«.
Y así lo han comenzado a confirmar los propios médicos que se encuentran en las «zonas rojas» de Italia.
En una entrevista con la BBC, el doctor Stefano Magnone, que trabaja en un hospital en Lombardía, indicó: «La situación está empeorando día a día porque estamos alcanzando el máximo de nuestra capacidad».
«En nuestra provincia nos hemos quedado completamente sin recursos, tanto humanos como tecnológicos», agregó.
«Decisiones difíciles y dolorosas»
Italia tiene la segunda población con más adultos mayores del mundo después de Japón, según la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Esto significa que hay un importante segmento de la población que está particularmente en riesgo de enfermarse gravemente si contrae el virus.
«Aquí tenemos una población muy anciana, muchos pacientes necesitan terapia subintensiva o incluso intensiva. Necesitan dispositivos que los ayuden a respirar y comenzó a haber escasez en la UCI», le dijo a BBC Brasil Giovanni Rezza, el director del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Ministerio de Salud de Italia.
Rezza, además, alertó que «si no hay una disminución en la circulación del virus, ponemos en riesgo todo el sistema, en atención y tratamiento».
«Ponemos en peligro no solo a los pacientes de covid-19, sino a todos los demás que viven con otras enfermedades. Este es el mayor problema«, añadió.
De esta forma, existen médicos que han afirmado que han tenido que elegir a qué pacientes tratar y a quiénes no.
«Si una persona entre 80 y 95 años está con dificultad respiratoria grave, es probable que no puedas proceder [con el tratamiento]», le dijo el doctor Christian Salaroli, jefe de la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Bérgamo, al periódico italiano Corriere della Sera.
«Estas son palabras terribles, pero lamentablemente son ciertas. No estamos en condiciones de intentar lo que ustedes llaman milagros», agregó.
La Sociedad Italiana de Anestesia, Analgesia, Reanimación y Terapia Intensiva (SIAARTI), emitió un documento con 15 «recomendaciones éticas» para médicos sobre la admisión de personas a tratamientos intensivos en «casos excepcionales de desequilibrio entre necesidades y recursos disponibles».
Así, SIAARTI habla de la importancia de ofrecer apoyo a los profesionales que, debido a la crisis por el covid-19, se ven obligados a tomar «decisiones difíciles y dolorosas».
«En una situación tan compleja, cada médico puede verse obligado a tomar decisiones en poco tiempo desde un punto de vista ético y clínico: qué pacientes se someten a tratamientos intensivos cuando los recursos no son suficientes para todos los pacientes que llegan”, se señala en el documento.
Al respecto, la asociación aconseja que se privilegie a quien tenga la «mayor esperanza de vida«. Esto es, en lugar de admitir pacientes por orden de llegada, que se centren en pacientes con mayores posibilidades de recuperación después de un tratamiento intensivo.
«No es SIAARTI quien propone tratar a algunos pacientes y limitar el tratamiento a otros. Por el contrario, son los eventos de emergencia los que obligan a los médicos a centrar su atención en la idoneidad del tratamiento para aquellos que pueden beneficiarse más donde los recursos no son suficientes para todos los pacientes», se afirma.
Sin embargo, Anelli asegura que «en condiciones normales, nuestra Constitución y nuestras leyes imponen curar a todos, sin discriminación alguna«.
«Estamos seguros de que no llegaremos al punto en el que tengamos que tomar una decisión como esa».
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