Por el Dr. Rafael Leonidas Pérez y Pérez.
En el segundo lustro de los años 60 del pasado siglo XX, siendo el político y abogado duvergense Dr. Delfín Pérez y Pérez (Tinito), secretario administrativo de la Presidencia gobernando el país el presidente Balaguer, fue llamado el compueblano Dr. José Pérez (Pililo) -el hospital del municipio de Duvergé lleva su nombre-, que tenía su clínica privada en la calle Julio Verne cerca del Palacio Nacional; a atender en su hogar de Santo Domingo a su amigo de antaño Tinito, por quejarse de fuerte y repentino dolor abdominal, fiebre…, no dando con el diagnóstico por lo que, por orden del presidente Joaquín Balaguer, fue evaluado por el médico militar del Ejército Nacional, Dr. Clarence Eduardo Charles Dunlop, que lo hizo trasladar inmediatamente con diagnóstico de apendicitis aguda al Hospital Militar Dr. Enrique W. Lithgow Ceara, donde el Dr. Charles Dunlop era su director. Allí fue operado el Dr. Delfín Pérez y Pérez habiendo sido atendido además por el también médico militar Dr. Duquela Morales, pero este último pertenecía a la entonces Marina de Guerra, hoy Armada de de República Dominicana, y asignado al referido hospital castrense donde presté servicio en el área médica del 1978 al 1981 (con breve espacio de servicio facultativo entre el Campamento Militar Juan Pablo Duarte, Policía Militar en la capital, y en la Fortaleza Beller, Ejército Nacional en Dajabón).
Conocí y traté a ambos médicos militares y me trataron siempre con afecto y admiración lo que reciproqué, amén de la disciplina institucional. Ambos, eran asimismo escritores y ellos sabían que el suscrito también escribía (y lo sigue haciendo). Me comentaba el Dr. Charles Dunlop de su amistad con Bardolindo Pérez Rodríguez (Don Conín) por Duvergé cuando estuvo el primero como médico militar en Jimaní. El Dr. Duquela Morales hablaba con quien esto escribe, de publicaciones de historia de la medicina militar.
Respecto a Tinito, este recibía continua visita de estos dos distinguidos galenos militares en la suite donde estaba hospitalizado en el Hospital Militar Dr. Enrique W. Lithgow Ceara hasta que fue dado de alta a pocos días, de manera satisfactoria.
Otro caso de apendicitis aguda fue el del asimismo duvergense, mi padre Rafael Leonidas Pérez Peña (Rafael Gambao) cuando fuera empleado público en Pedernales al final de la llamada Era de Trujillo. Allí lo operó el médico general Dr. Ismael Francisco Pérez Gallurdo en el hospital Dr. Elio A. Fiallo, llegando este galeno a ser con el tiempo General de Brigada Médico (r), Policía Nacional, y llegué a laborar bajo su mando en el mismo hospital militar señalado respecto a Tinito, cuando fue Jefe de Consulta Externa. Llegamos a ser amigos, amistad que continuó en el entonces Hospital Central de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional (continuación del Lithgow Ceara) hasta que fue trasladado dicho médico policial, a la sede de Radio Patrullas donde actualmente está el Hospital General de la Policía Nacional (HOSGEPOL). Mi padre me dijo que le causó un problema al Dr. Pérez Gallurdo en Pedernales, al marcharse del hospital citado, sin este médico darle el alta. Por suerte no se complicó la cirugía. En cierta ocasión le conté de este hecho de mi progenitor y me dijo: «¡Tu padre me causó una vaina!»
De apendicitis aguda se trata.
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