El Frente Opositor. Una piedra en el zapato para la reelección del PRM.

6 de septiembre de 2023.

Por José A. Mateo Gil.

En reiteradas ocasiones, hemos planteado la idea de que hacer pronósticos sobre los resultados de las próximas elecciones a celebrarse en mayo del 2024, es un tanto arriesgado debido a que aún estamos a 9 meses de la contienda electoral. Este es un ejercicio recurrente que hacen los partidos políticos mediante la contratación de empresas encuestadoras como herramienta para medir el grado de aceptación de los candidatos a puestos electivos. Esta práctica, históricamente, sólo ha servido para crear percepción, por el hecho de que en ese período de tiempo pueden ocurrir, como de hecho ha ocurrido, eventos que cambien el panorama político con miras a las elecciones de mayo del próximo año. La coalición formada por los tres partidos mayoritarios de oposición, FP, PLD, PRD, agrega nuevos ingredientes a las pretensiones reeleccionistas del Presidente Abinader. Ignorar esta realidad, y calificarla como «EL ACUERDO DE LA CARRETA VACÍA», a decir de algunos defensores del oficialismo, es desconocer las razones que dieron origen al triunfo del PRM en el año 2020. La coyuntura electoral en estos momentos es totalmente distinta. Los aliados de ayer, no son los mismos de hoy. Para el torneo electoral que se avecina, la correlación de fuerzas entre los partidos ha cambiado, a tal punto que, si el frente opositor logra compactar la alianza, todo parece indicar que no habrá un desenlace en primera vuelta.

Los asesores en materia electoral del Presidente Abinader, deben de hilar fino, no se pueden distraer elaborando estrategias para combatir a la alianza opositora con miras a las elecciones de febrero. Tienen que olvidarse de centrar su atención en las elecciones municipales, por el hecho de que, el alcance del pacto entre los partidos de oposición, va más allá de procurar una que otra alcaldía. El espíritu de esa alianza, y lo que debe llamar a preocupación al reeleccionismo, es lo acordado entre los partidos opositores, «EL QUE QUEDE EN SEGUNDO Y TERCER LUGAR, APOYARÍA AL QUE QUEDE EN PRIMERO». Esta es la esencia del frente opositor. Es por esta razón, que el partido de gobierno está obligado a ganar en primera vuelta. La prioridad de los líderes de la oposición en la actual coyuntura electoral, no es lograr conquistar un número determinado de alcaldías, sino unificar fuerzas para sacar del poder al PRM. Por lo que, fortalecer la unión para alcanzar la presidencia de la república, es el objetivo fundamental de Leonel, Abel, y Miguel. Lo que está en juego, es el poder político, y eso se logra a través de la conquista del ejecutivo.

El Presidente Abinader está haciendo esfuerzos extraordinarios para continuar en el poder más allá de agosto del 2024, que es cuando culmina el presente período de gobierno. Pero, para ello, no basta con la buena imagen que proyecta el Presidente, que, dicho sea de paso, ha logrado conectar con un segmento importante la población, sino que existen otros factores que son determinantes para que Abinader pueda ganar las elecciones en primera vuelta. Por un lado, porque tiene que convencer a la base de su partido, para que le den de nuevo el voto, en momentos en que la militancia de abajo de esa organización política se siente abandonada, por no haber logrado conseguir un empleo en el gobierno. Este uno de los escollos que debe de enfrentar el perremeismo. Y por otro lado, tienen que lograr que al concluir la presente gestión de gobierno, el pueblo perciba que ellos lo hicieron bien o muy bien. Esta es una tarea difícil, porque tienen que exhibir ante el pueblo grandes realizaciones, y cumplimiento de las promesas de campaña. Este es el gran reto que debe enfrentar el Presidente Abinader para lograr sus propósitos reeleccionistas. Estos dos aspectos, entre otros, constituyen la piedra angular para que el Presidente logre un segundo período presidencial.

En reflexiones anteriores, ponderamos la sagacidad de los asesores del Presidente en materia electoral. Ellos elaboraron una formidable estrategia para mantener a la oposición dividida, utilizando los resultados de encuestas hechas laboratorio partidario, para vender la idea de un empate técnico entre Leonel Fernández y Abel Martinez. Con esa iniciativa, pretendían confundir a la oposición, de forma tal, que ninguno de los candidatos cediera por creer tener los números para quedar en primer lugar. Esa estrategia quedó sepultada con los acuerdos a que arribó el PLD, FP, PRD. Para algunos, que en su momento fueron los principales promotores del pacto patriótico en el año 1996, donde los peledeistas acudieron al Centro Olímpico con pañuelos en las narices, para poder respirar el aire putrefacto del balaguerismo, que dio su apoyo incondicional para que el PLD ganara las elecciones. Hoy, son los que satanizan al frente opositor. ¡ O es que acaso se olvidan de las razones que dieron origen al triunfo de Leonel Fernández en 1996 !. Lo que parecía impensable en ese momento, era que Bosch y Balaguer le levantaran las manos a Leonel Fernandez, definiendo y tomando como eslogan de campaña » EL CAMINO BUENO Y EL CAMINO MALO «. Es de todos conocido, que Peña Gómez subestimó al joven de Villa Juana, perdiendo las elecciones en una segunda vuelta. ¿ Cual es la enseñanza que nos deja esta reflexión ?. » Que en política no hay enemigos pequeños «

A decir de uno los dirigentes más connotados del PLD, «EN POLITICA SE HACE LO QUE CONVIENE «. La formación del frente opositor, es el resultado de esa expresión del historiador Euclides Gutiérrez Feliz, y de la frase que se atribuye a Nicolás Maquiavelo, » EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS «. Tanto a Leonel Fernandez, como a Abel Martinez, lo único que les interesa es conquistar la presidencia de la república para sacar al PRM del poder. A ellos, poco les importa tener mayoría en las congresuales y municipales. Ambos están conscientes de que el objetivo es conquistar el poder político, y esto solo se logra desde el poder ejecutivo. Si el reeleccionismo se distrae en gastar sus energías tratando de acaparar la mayoría de la municipalidad en las elecciones de febrero, y descuida el impacto del frente opositor en el electorado, estará dando cancha abierta para que cobren fuerza, y por vía de consecuencia se frustren las aspiraciones del PRM de ganar en primera vuelta. Si de algo están claro los líderes de la oposición, es que la única manera de retornar al Palacio Nacional es fortaleciendo ese pacto, no importa cuál de los dos candidatos quede en primero o segundo lugar.

Los discípulos de Juan Bosch, independientemente del calificativo que usted quiera darle por sus ejecutorias de gobierno, son políticos profesionales, formados en círculos de estudios, guiados por métodos de trabajo, disciplinados y organizados. Este proceso de formación política auspiciada y dirigida por el Prof. Juan Bosch, les enseñó a los peledeistas que, en momentos de dificultades, se hace lo que tengan que hacer para lograr sus propósitos. Lo demostraron en 1996, y están haciendo lo propio en la actual coyuntura electoral. La experiencia política de 20 años de gobierno de los alumnos de Bosch, les enseñó a dejar de lado las diferencias personales, el encono, y la mal querencia, con tal de lograr propósitos comunes, como lo es reconquistar el poder. En los meses por venir, cuando se abra la campaña electoral, a ese león dormido, que hasta hace muy poco tiempo fue el partido más grande del sistema político dominicano, que, por demás, está herido, y a punto de despertar, el oficialismo tiene que ponerle atención.

La reacción del Partido de la Liberación Dominicana, ante los embates del » MINISTERIO PÚBLICO INDEPENDIENTE», es lo que ha catapultado la formación del frente opositor. Y si logran llevar ese acuerdo a puerto seguro, pondrían en aprietos las pretensiones reeleccionistas del presidente de la república. La alianza PLD, FP, PRD, sin lugar a dudas cambia el panorama político nacional. ¿Quién granará las elecciones de 2024?, eso no lo sabemos. Lo que sí sabemos es que la unión hace la fuerza, y si los líderes de la oposición logran compactar al frente opositor sin mayores contratiempos, la competencia sería reñida. Todo va a depender de si ambas organizaciones políticas, oficialismo y opositores, logran salir airosos en los conflictos que están generando los precandidatos, que creen tener derechos adquiridos en sus candidaturas. A lo interno del PRM, la cosa no anda bien. La senadora del Distrito Nacional reaccionó ante la amenaza de ser sustituida. En tanto que, en la alianza opositora se escuchó una nota discordante de parte de su secretario general en relación a su negativa de apoyar a los trásfugas. Si el oficialismo y la oposición no superan la crisis interna que se avecina con las candidaturas, ambas organizaciones se verían seriamente afectadas.

La apertura de la campaña electoral que está a la vuelta de la esquina, pondrá en evidencia la inteligencia política de los grupos encontrados. Si bien es cierto que el Presidente Abinader cuenta la simpatía de un segmento importante de la población, no menos cierto es, que la conformación del frente opositor para enfrentar al reeleccionismo, cambia la correlación de fuerza para las elecciones de mayo del 2024. Los partidos enfrentados, necesariamente tienen que elaborar nuevas estrategias para disminuir al contrario. El triunfalismo no es buen consejero para oficialismo, tienen que trabajar como si estuvieran en tercer lugar. Por el hecho de que, dormirse en los laureles, como ha ocurrido en ocasiones anteriores, es el peor servicio que los dirigentes y funcionarios del PRM le pueden dar al candidato. La buena imagen del Presidente no es suficiente para ganar las elecciones. Estas se pierden en un abrir y cerrar de ojos cuando se descuidan los pequeños detalles. La derrota de Hipólito Mejía en el 2012, por poner un ejemplo, se atribuyó a la quiebra de Baninter. Sin embargo, las declaraciones que él dio sobre el tema de las domésticas, entre otros errores que cometió al final de la campaña, dio al traste con la perdida de las elecciones y su salida del gobierno. En esta ocasión, el electorado tiene una magnífica oportunidad para decidir continuar con el gobierno del «CAMBIO», o en su defecto elegir otra opción que dirija los destinos de la nación por senderos de prosperidad y bienestar social.