TRES INSTITUCIONES EN DIFERENTES MOMENTOS, PERO EN EL MISMO ESPACIO FÍSICO.

Por: Ing. Carlos Manuel Diloné

1.- OFICINA PRINCIPAL DEL INGENIO BARAHONA

Desde la construcción del Ingenio Barahona, la Oficina Principal del Central Azucarero, se convirtió en el lugar donde se tomaban las grandes decisiones económicas y financieras, que transformaron el andamiaje económico y productivo de la provincia de Barahona a partir del año 1920. Ahí era donde despachaba el Administrador General del Ingenio, y  se encontraba localizada frente a la  Cooperativa de Consumo del Ingenio Barahona, Inc., casi al lado del puente peatonal que todavía conduce al interior del Ingenio Azucarero.

Para Abril del año 1922, en estas Oficinas ya estaban laborando los Administradores de la Barahona Company Inc., y del Ingenio Barahona C. por A., siendo sus administradores los señores Hubert Edson y A. A. Van Patten, respectivamente.

Recordemos que Barahona Company Inc., se organiza bajo las leyes del Estado de Nueva York en 1916, pero la factoría formó una corporación separadamente en Santo Domingo (Ingenio Barahona C. por A.), esto se debió tanto a los impuestos americanos como a algunas leyes dominicanas, sobre todo la Ley de Franquicia Agraria de 1911.

Pues bien, de estas Oficinas como más arriba hemos señalado, salieron las grandes decisiones que incidieron de manera directa en el proceso de transformación de la economía de la provincia de Barahona, a modo de ejemplo podemos señalar lo siguiente:

1.- La reunión celebrada en estas Oficinas, el 26 de Abril de 1922, con la asistencia del señor Gobernador de la provincia,  Don Braudilio Félix, el señor Presidente del Ayuntamiento, Don Antonio de Lemos, y de los señores Don Jaime Mota y Don Luis E. del Monte, conjuntamente con el Padre Fuertes Lorén. Y es que, precisamente, fue en esa reunión donde se les pidió a los Administradores de la Compañía (Ingenio), su cooperación para la erección del templo católico, que está ubicado en la calle Jaime Mota del Municipio de Barahona.

Como resultado de esta reunión, se aprobó donar “la mayor parte del cemento que se necesitase, la conducción y trituración de la piedra, acercándola lo más posible por medio de su ferrocarril al lugar de emplazamiento de la iglesia”. Ver ASD. Correspondencia Oficial, Vicaría de Barahona (1922).

2.- Reunión celebrada en estas Oficinas, con la Comisión  nombrada por el Ayuntamiento de Barahona, integrada por los señores Tulio Lembert, Regidor, Rafael A. Peguero, Síndico y el Padre Fuertes, esta Comisión fue creada con la anuencia del señor Julio Coiscou, Presidente del Ayuntamiento, en fecha 25 de junio de 1925. De esta reunión, surgieron las motivaciones que permitieron el que se construyera el primer sistema del alumbrado eléctrico de la ciudad de Barahona. Ver AGN. Ayuntamiento de Barahona, Libro copiador de Oficios, vol. 20, pág 337.

Lo mismo podríamos decir del primer acueducto de la ciudad de Barahona, de la reconstrucción del Muelle, del Dragado del Canal, de la primera línea aérea dominicana, la West Indian Aerial Express, de una de las primeras estaciones de radio aficionados del país HIK, entre muchísimas otras grandes decisiones, todas estas decisiones fueron tomadas y consensuadas en estas Oficinas.

2.- LA ESCUELA ANAIMA TEJADA CHAPMAN

Con el ascenso al poder del tirano Rafael Leónidas Trujillo, éste se interesa en los negocios de Mr. Edwin Kilbourne, quien era el representante de la West Indies Sugar Company, empresa dueña del Ingenio Barahona, Mr. Kilbourne se interesaba tanto y tanto en el negocio del azúcar, que fue capaz de invertir en el negocio su propio dinero, comprando para sí el pequeño ingenio Montellano, cerca de Puerto Plata. La rentabilidad, pues, parecía no sólo buena, sino segura.

Mister Edwin Kilbourne, fue muy conocido en el Batey Central de Barahona, los empleados del Ingenio Barahona le llamaban Mister Kilbu, tenía la costumbre de vestir de blanco, viajaba en avión y se hospedaba en la casa que hoy ocupa el Obispo de Barahona, cercana a la que ocupa el administrador del Ingenio, sólo que esa mansión es más grande e impresionante.

Para mediados de los años 30, la West Indies Sugar Company era la mayor propietaria de ingenios azucareros en el país, bajo su dirección estaban los ingenios Barahona, Boca Chica, Quisqueya y Consuelo.

Es por ello, que mediante misiva, de fecha 16 de Mayo de 1935, Mr. Kilbourne, le informa al Generalísimo Doctor Rafael Leonidas Trujillo, que a fines del presente mes llegará a Barahona un avión piloteado por el señor Tex Anding, que las varias compañías cuyos intereses tenía a cargo le habían comprado, con el fin de facilitarle un medio rápido de transporte entre los distintos ingenios. Este avión será para mi uso personal y el de mis ayudantes y será operado únicamente en conexión con los intereses de las diversas compañías que represento.

En esa misma carta Mr. Kilbourne, solicita una licencia igual a las concedidas a los automóviles y que le permitan operarlo libremente dentro de los confines de la República Dominicana.

Cuando Trujillo observó la bonanza de mr. Kilbourne, se interesó en el negocio del Azúcar, por lo que creó una oficina en el Palacio Nacional desde donde se proyectaría “una industria azucarera realmente dominicana, o sea, con capitalistas dominicanos que no expatriaran los beneficios que se obtuvieran, hacia países extranjeros”. Para el año de 1952, por problemas con Mr. Kilbourne, Trujillo compró por un 40% de su valor el Ingenio Montellano.

Trujillo sometió a una terrible presión política a la administración de la West Indies Sugar Company, la que termina cediendo a finales de 1956, cuando el tirano adquirió la totalidad de sus propiedades, que incluían cocotales en Samaná, cafetales, treinta mil cabezas de ganado y los citados cuatro ingenios que producían en conjunto alrededor de 100,000 toneladas. Su precio: 35 millones 800 mil dólares; diez millones al contado y el resto en tres cuotas anuales pagaderas en septiembre de 1957, 1958 y 1959. La cuenta quedó saldada antes de tiempo, naturalmente.

Ya con el Ingenio Barahona bajo su propiedad, Trujillo decide mudar las Oficinas Principales del Central Azucarero, al local utilizado como el Dormitorio, donde operan las Oficinas del Central Azucarero en la actualidad.

En el local donde funcionaban las Oficinas Principales del Ingenio, se ordena construir la Escuela Primaria Rural “María M. de Trujillo”, destinándose RD$53,000.00 para su adecuación, esta escuela fue inaugurada el 27 de Febrero del año 1959.

Por lo menos, el tirano respetó la arquitectura de la construcción, se cuidaron todos y cada uno de los detalles del diseño original, y la escuela funcionó en el local que permaneció intacto en su estructura, con la muerte de Trujillo la escuela cambia de nombre y se le llama “Anaina Tejeda Chapman”, en honor a la ilustre educadora Barahonera, que ejerció por más de tres décadas la labor del magisterio y cuando la salud mermó su vida, fundó una escuela en su casa y continuó enseñando.

Desde el año de 1920, esta majestuosa obra se mantuvo incólume, tiranos, sanguinarios, hombres de bien, creyentes y no creyentes, todos los humanos que habitaron esta media isla respetaron esta joya de la arquitectura universal, hasta que los “científicos” de hoy decidieron derribarla para construir el Liceo José A. Robert.

3.- EL LICEO JOSÉ A. ROBERT

En el espacio geográfico donde funcionaba la Escuela Anaima Tejada, había terreno para construir el Liceo José A. Robert, sin necesidad de demoler ese monumento histórico, que lo fue por muchas décadas en nuestra comunidad.

Según las informaciones recolectadas con los profesores activos, que imparten docencia en el Liceo, el argumento para derribar la edificación era que la misma no era segura, un adefesio sin base de sustentación. La nueva edificación tiene vicios de construcción y filtraciones por doquier.

Para mí lo que primó ahí fue el factor económico, demoler la Escuela tiene un elevado costo económico que obviamente cobra el ingeniero, aunque se borre la memoria histórica de ese pueblo, total si nadie grita, y como dice mi sabio padre chivo que no grita colín con él,  eso es precisamente lo que han venido haciendo con nuestro Batey Central.

Construyeron una Escuela en la Montañita, a la que le pusieron el nombre de Anaima Tejeda Chapman, cómo diciendo esta educadora seguirá en estudios primarios y será mudada a un lugar con más precariedades y menos visible; en cambio el Liceo nuevo llevará el nombre de José A. Robert y tendrá una jerarquía mayor, es como diciendo, Robert fue mejor educador que Chapman, ¿cuantas ironías tiene la vida?

Sigmund Freud, instituía que: «Existen momentos en la vida de la gente, en que las palabras pierden sentido y parecen inútiles, y por más que la gente piense una forma de emplearlas, ellas parecen no servir. Esta gente no dice, apenas siente».

Cuando será que abriremos la conciencia, para embadurnarnos de sapiencia y defender lo que nuestros ancestros nos heredaron. Al parecer estamos frente a una generación que no siente.

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