Por: Ing. Carlos Manuel Diloné
Entonces corríamos tras las cañas, halando nuestros sueños y fuimos muy felices, el tiempo fue pasando al vaivén de nuestras vidas, los ancianos fueron venerados, los maestros respetados, los conflictos sociales se habían mudado de nuestra comunidad, aquí todo era paz.
Unos emigraron, otros se quedaron, dando continuidad al proceso natural del ciclo de la humanidad. Los que se fueron se llevaron sus recuerdos, sus sueños, sus ganas de superación, se llevaron su sangre, sus pupilas, sus ganas de volver. Entre unos y otros se mantuvo perenne el hilo de la comunicación, era como si nuestra comunidad se hubiese alargado territorialmente, hasta el lugar donde estaba el que había emigrado.
En ese proceso pacífico de convivencia, el Ingenio Azucarero durante el año de 1957, pasó a formar parte del patrimonio de Rafael Leónidas Trujillo, y en el año 1961, tras la muerte y caída del régimen dirigido por el Dictador, el Ingenio pasó a manos del Estado Dominicano, y la comunidad siguió tranquila, los niños continuaron correteando tras las cañas, buscando en el vientre del Cayo los tesoros escondidos de nuestros ancestros, escuchando al viento la atalaya que anunciaba el inicio y principio de cada jornada de trabajo.
Durante el año de 1999, el Ingenio Barahona es arrendado al Consorcio Azucarero Central (CAC), conformado por un Grupo Empresarial Dominico-Franco-Canadiense, quienes obtuvieron la adjudicación mediante Licitación Pública Internacional, al amparo de la Ley 141-97.
Al parecer este Grupo era una especie de Broker, ya que durante el año 2000 el Consorcio Azucarero Central (CAC), es transferido a inversionistas dominicos guatemaltecos, quienes mantienen hasta el momento las operaciones del Ingenio Barahona. Estos inversionistas además, lograron una extensión del Contrato de Arrendamiento por otros 30 años más, es decir estarán administrando el Central Azucarero hasta el año 2059.
Con la llegada de los “guatemaltecos”, llegaron los problemas a la comunidad, ellos suprimieron el orden natural de la vida en el Batey Central, nos truncaron los sueños, nos robaron la paz, nos impidieron la libertad, nos secuestraron las voluntades y han pretendido convertirnos en bagazo, en despojos, o el residuo final de la caña; hasta el aire que respiramos nos lo han contaminado.
En Agosto del año 2001, el presidente Hipólito Mejía inaugura la planta termoeléctrica Barahona Carbón, de unos 45 megavatios de potencia, ese proyecto había sido abandonado a pesar de encontrarse en un 85% de ejecución, por lo que los inversionistas invirtieron unos US$30 millones para completar su construcción, readecuación y puesta en operación.
La caldera de la planta Barahona de carbón, está diseñada para quemar carbón y bagazo, almacenando en su patio unas 50,000 toneladas de carbón mineral. Los directivos del Consorcio Azucarero Central, han visto en este carbón mineral la solución económica al abaratamiento del costo de su empresa, y han firmado contrato con EGE-Haina para la compra de carbón mineral, de modo que lo utilizan en unas calderas que NO ESTÁN DISEÑADAS, para quemar este tipo de combustible.
En la actualidad, el único Ingenio Azucarero de la República Dominicana que utiliza carbón mineral en sus calderas es el Ingenio Barahona, gracias a la voracidad y el afán de riqueza de sus administradores, quienes de manera irresponsable, y violentando un derecho fundamental del ser humano, utilizan el carbón en unas calderas a ciclo abierto, sin precipitadores electrostáticos (filtros), vomitando sobre nuestro pueblo, todo un polvillo de azufre o veneno, que atenta contra la salud de nuestra comunidad.
Ya no podemos vivir de forma pacífica, estos desalmados nos han robado la salud, y el derecho a la vida, han introducido a nuestro medio ambiente elementos nocivos a la vida, la flora y la fauna, nos han degradado la calidad de vida, ahora tendremos que “quemar el cielo si es preciso por vivir”, como dice Silvio Rodríguez, en su canción “la era está pariendo un corazón”.
Los guatemaltecos saben que son los mayores empleadores de la región sur del país, empleando unos 3,400 trabajadores, que muelen unas 700 mil toneladas de caña al año, pero no han invertido, en 20 años un peso en Villa Central, NO TIENEN UNA SOLA OBRA DE INFRAESTRUCTURA QUE MOSTRAR en esta comunidad. Demostrando con ello, que lo único que les interesa es el malestar de la gente, siendo su mayor compromiso envenenar a la comunidad con el polvillo y monóxido de carbono lanzado de manera irresponsable sobre Villa Central.
Es por ello, que traficando con las necesidades humanas, han comprado bocinas, pagado anuncios en espacios radiales y creado un concierto de alharacas, en torno a tratar de ocultar la realidad mediante las artimañas y patrañas de su mal proceder.
Los Bateyeros, como todos los seres humanos, tenemos derecho a poder disfrutar del derecho a la vida, la salud y el bienestar, el ser humano tiene también derecho a la disponibilidad de suelos fértiles, a respirar aire limpio, al consumo de agua potable y a tener acceso a una alimentación adecuada, libre de contaminación.
Por todo lo antes expresado, un conjunto de Organizaciones de Villa Central, ha decidido incoar una Acción de Amparo, en contra de la contaminación que ese consorcio está causando en Villa Central.
Conscientes de que el Consorcio Azucarero Central, ha violado varios artículos de la Ley 64-00. Por citar un ejemplo, el Artículo 175 Ordinales 7º y 8º que dicen:
“Art. 175.- Incurren en delitos contra el medio ambiente y los recursos naturales:
7) Quien violare las normas técnicas pertinentes y genere o maneje sustancias tóxicas o peligrosas, transforme desechos tóxicos o peligrosos trasladando la contaminación a otro medio receptor, o quien los opere, almacene o descargue en sitios no autorizados;
8) Quien violare las regulaciones contenidas en las licencias o permisos ambientales, o las haya obtenido usando datos falsos o alteren las bitácoras ambientales sobre emisiones y vertidos, o el funcionario público que otorgue tales licencias o permisos, sin cumplir con los requisitos del proceso de evaluación de impacto ambiental, cuando la ley así lo exija”.
Los Bateyeros deben saber que de acuerdo con el Artículo No.178, de la Ley General Sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ley 64-00, toda persona tiene derecho a querellarse en contra del Consorcio Azucarero Central, si demuestra el daño que el polvillo le ha causado.
“Art. 178.- Toda persona o asociación de ciudadanos tiene legitimidad procesal activa para enunciar y querellarse por todo hecho, acción, factor, proceso, o la omisión u obstaculización de ellos, que haya causado, esté causando o pueda causar daño, degradación, menoscabo, contaminación y/o deterioro del medio ambiente y los recursos naturales”.
No estamos en contra del Consorcio Azucarero Central, lo que deseamos es que cumplan con las regulaciones medio ambientales, y nos devuelvan la convivencia pacífica, que nos han robado.
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