En Barahona comerciantes secuestran balneario “LOS PATOS”

Por: Ing. Carlos Manuel Diloné

El fin de semana pasado visité mi pueblo natal, al día siguiente de mi llegada me trasladé hasta Petitrú para estrechar las manos de mi hermano Alfredo Urbáez (cariñosamente TOM), de vuelta a la ciudad de Barahona, llegué al balneario “Los Patos”, al momento de acceder al estacionamiento pagué RD$100.00 por derecho del mismo, le pregunté al joven que cobraba, cual institución lo autorizaba, me respondió el Ayuntamiento de Los Patos.

Una vez desmontados del vehículo, nos fuimos al balneario, la intención no era bañarnos, era aprovechar la brisa fresca del lugar, escuchar el sonido resbaladizo de las aguas del río más corto de nuestra isla, al tiempo que dábamos de comer a los cientos de peces que en jugarretas saltan a la vista de los visitantes.

Desde los bordes del río Los Patos, unas hileras de mesas con manteles de diferentes colores, indicaban las áreas de operación de cada comerciante; me dirigí a una de las mesas más próximas al río, esas mesas son de 6 o más sillas, al momento de sentarme llegó un mesero y me dijo:- esa mesa tiene un consumo mínimo de RD$5,000.00 pesos-, le contesté pero esto no puede ser, somos tres y posiblemente llegue mi amigo TOM de Enriquillo con varias personas, y entonces podríamos ser más de 6, que se yo.

Los comerciantes del balneario Los Patos, han establecido RD$5,000.00 como el consumo mínimo de las mesas que ellos han ubicado en la orilla del río Los Patos. Desde las casetas de expendios de comida y bebidas, construidas por el Ministerio de Turismo, hasta el río Los Patos, existen unos 30 o 40 metros de distancia, poco más o poco menos. Ante la situación que se me presentó, le pedí al mesero que me permitiera hablar con el dueño del negocio, así lo hice, para mi tranquilidad el dueño del negocio conoce a mi amigo TOM, le expliqué que esa forma de secuestrar el área del río y la imposición de unos consumos tan altos por mesas, operaba en la dirección contraria al desarrollo del turismo y que eso era una mala señal para promover nuestra zona, me argumentó que pagan unos impuestos muy altos al Ayuntamiento, NO LE CREÍ.

De vuelta a la mesa, decidí trasladarme a un sitio con manteles de colores diferentes al amarillo y lo más alejado posible del río, desde allí observé el espectáculo deprimente de cientos de personas que llegaban, se sentaban en las mesas y una vez le decían que el consumo mínimo era RD$5,000.00 por mesas, se levantaban cómo impulsadas por un resorte y se alejaban del área, ese espectáculo se repitió por las tres horas que permanecí en Los Patos.

En Los Patos la calidad de la comida, en comparación con los precios, es algo que debe ser  regularizado, es más barato comer pescados y mariscos en restaurantes capitalinos, dotados de toda la higiene posible, que comerlo en Los Patos. La única instalación para realizar las necesidades fisiológicas (baño) es común para hombres y mujeres, por lo que es normal orinar mirando a las damas en trajes de baños, o verlas al momento de cambiarse los trajes de baños.

Resulta que por mandato de la Ley 64-00 el río es un bien de dominio público. El dominio público hídrico forma parte del patrimonio común de la Nación, por lo que no existe la propiedad privada de las aguas ni derechos previamente adquiridos sobre ellas. El uso y aprovechamiento justificado y racional del dominio público hídrico sólo puede ser otorgado por el Estado, con propósitos que estén en armonía con el interés general, el equilibrio ecológico y el desarrollo del país, de conformidad con las normas establecidas en la presente Ley y su Reglamento.

El Artículo 15 de la constitución vigente de la República Dominicana, establece que: El agua constituye patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida. El consumo humano del agua tiene prioridad sobre cualquier otro uso. El Estado promoverá la elaboración e implementación de políticas efectivas para la protección de los recursos hídricos de la Nación.

Párrafo.- Las cuencas altas de los ríos y las zonas de biodiversidad endémica, nativa y migratoria, son objeto de protección especial por parte de los poderes públicos para garantizar su gestión y preservación como bienes fundamentales de la Nación. Los ríos, lagos, lagunas, playas y costas nacionales pertenecen al dominio público y son de libre acceso, observándose siempre el respeto al derecho de propiedad privada. La ley regulará las condiciones, formas y servidumbres en que los particulares accederán al disfrute o gestión de dichas áreas.

En virtud de lo dispuesto por el Artículo 147, de la Ley 64-00, en el balneario “Los Patos” se viola la franja marítima de sesenta (60) metros de ancho a partir de la pleamar, según lo prescribe la Ley 305, de fecha 30 de abril de 1968. Esta Ley en su Artículo 2, “prohíbe todo tipo de construcciones, aun cuando sean de carácter provisional, en la zona marítima, salvo aquellas que excepcionalmente autorice el Poder Ejecutivo para fines turísticos y otros de utilidad pública”.

El área que debe ser utilizada por los bañistas que acuden al balneario, es usada por las mesas de los comerciantes, que prácticamente han secuestrado dicha zona por sus intereses particulares. Estas mesas que se erigen o levantan en toda la ribera del río Los Patos, atentan con la belleza del paisaje natural que forma parte de las atracciones turísticas con que cuenta nuestro país.

Ojalá los comerciantes del balneario Los Patos, proyecten el negocio de cara al futuro, pensando más en el flujo continuo de visitantes y la satisfacción de los mismos, que en ese tipo de asalto legal, al imponerles RD$5,000.00 como consumo mínimo por mesas. El Ayuntamiento o el Ministerio de Turismo tienen que regularizar las actuaciones de estos comerciantes desalmados, a quienes se les construye edificaciones con dinero del pueblo y luego maltratan al mismo.

Barahona es mucho más, que la imagen distorsionada de tres o siete comerciantes, que por atrapar tres pesos, le venden su alma al mejor postor.

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