3 de septiembre de 2025.
Por: José A. Mateo Gil.
La ideología, aunque como expresión del pensamiento se remonta al nacimiento mismo de la filosofía, luego de revolución francesa, adquiere una categoría distinta desde la óptica de los grandes pensadores de la época. El concepto generalmente aceptado por connotados estudiosos del tema en cuestión, la definen como un conjunto de ideas y creencias que caracterizan a una persona, un grupo social o una época, que orienta la conducta humana a áreas como la política, la cultura o la religión.
Sin embargo, existen otras corrientes del pensamiento, que sostienen que la ideología es mucho más que eso, es buscar lo que se esconde detrás de lo que se percibe como una realidad del mundo y el entorno que nos rodea. De acuerdo con los que sustentan este punto de vista, existen mecanismos psicológicos y morales detrás de esas construcciones ideológicas que los sectores de poder nos han impuesto. Para tales fines, consideramos pertinente conocer el enfoque de los grandes exponentes de la filosofía, que no solo nos permiten una mejor compresión de la historia del pensamiento, sino que nos brindan una visión más amplia de que, lo que se dice se corresponda con la realidad.
El concepto de ideología como tal, fue acuñado por el filósofo Francés Antoine Destutt de Tracy a finales del siglo XVIII, específicamente en el año 1796, la definió como la ciencia que estudia las ideas, su origen y sus leyes. De acuerdo con su enfoque, la ideología es una disciplina racional encargada de estudiar cómo se forman los pensamientos humanos a partir de la experiencia sensorial. Napoleón rechazó los planteamientos de Destutt de Tracy, argumentando que sus postulados estaban desconectados de la realidad y de la complejidad del arte de gobernar.
Es precisamente a partir de las críticas de Napoleón al concepto de la ideología Antoine Destutt de Tracy que pensadores de la talla de Carlos Marx, Friedrich Nietzsche, Hanna Arendt, entre otros grandes exponentes de la filosofía contemporánea, que pusieran sobre la mesa su punto de vista sobre el tema tratado. Luego de la revolución francesa, nace el concepto de derecha e izquierda, los diputados que se sentaban a la derecha en las asambleas defendían la monarquía, la religión, y el orden tradicional. Y los que se sentaban a la izquierda, eran aquellos que querían cambios estructurales, tales como la igualdad, el fin de ciertos privilegios, destitución de monarquía y el clero. A partir de entonces, los tres filósofos antes señalados, expusieron su punto de vista respecto a las ideologías.
Carlos Marx.
Planteó, que la ideología es una «falsa conciencia» que sirve para justificar y mantener el sistema capitalista dominante. Es una distorsión de la realidad que impide a las personas comprender plenamente su situación de explotación. En ella están oculta las desigualdades inherentes al sistema, manifestándose a través de la religión, la educación y los medios de comunicación. (cita 1).
Friedrich Nietzsche.
Planteó, que las ideologías son creaciones de la voluntad de poder y no de verdades objetivas. Para Nietzsche, la moral es una de las ideologías más importantes creadas para mantener el orden social. Rechazó ideologías como el socialismo, porque en su opinión, buscaba nivelar las diferencias y suprimir el genio individual para proteger a los más “débiles». Sostiene, además, que cada individuo debe forjar su propia identidad y autonomía ética, en virtud de que, éste, puede superar las ideologías establecidas a través de la voluntad de poder, en contra de la pasividad y conformismo social. (cita 2)
Hannah Arendt
Veía la ideología como una fuente que paraliza el pensamiento y la acción, ya que obliga a la mente a seguir una lógica preestablecida y rígida, impidiendo la creatividad y espontaneidad de los seres humanos. Para ella, la ideología es el sostén de los regímenes totalitarios, ya que sustituye el pluralismo real por una lógica autoritaria que anula el pensamiento crítico. Según Hannah, pocas ideologías han logrado perseverar y atrapar la atención total, tanto del estado como del pueblo, para convertirse en doctrina. (cita 3).
En atención a los puntos de vistas expuestos por estos tres gigantes de la filosófica contemporánea, Marx, Nietzsche, y Hanna, que abarca desde la segunda mitad del siglo XIX hasta mediados del siglo XX, queda claramente establecido, que independientemente del enfoque de cada uno de ellos, tienen un elemento en común, «las ideologías son un esquema de pensamiento impuesta a una colectividad con el único y firme propósito de distorsionar la realidad», proyectando una imagen inversa a lo que aparentemente existe.
La ideología marxista después del triunfo de la revolución bolchevique y el surgimiento de la Unión de República Socialista Soviética (URSS), en la práctica, logró cambiar el esquema de pensamiento, no sólo de la sociedad rusa de la época, sino a escala global. El comunismo se expandió en los países del este, abrazado a la teoría y postulados del pensamiento filosófico de la ideología marxista. Lo mismo ocurrió con el pensamiento ideológico del capitalismo, que luego de la Segunda Guerra Mundial, quedó representado por el Imperio del Norte. Ambas ideologías, en la sociedad del siglo XXI, han experimentado cambios significativos en los postulados que han servido como base de sustentación.
En la actualidad, el modelo económico chino y los países emergentes han dado un giro respecto a la distorsión de la realidad que la ideología impone. China y Singapur, entre otras sociedades, han avanzado rompiendo con los esquemas tradicionales de producción, cambiando la percepción de la gente sobre la realidad del nuevo sistema productivo, asumiendo lo mejor del capitalismo (motivación para obtener ganancias), con los atributos de equidad del comunismo (el bienestar social colectivo). Las sociedades cambian, en la misma medida que el individuo perciba que los modelos económicos y sociales se van desgastando.
El gigante asiático, ha demostrado en la práctica, que este sistema de producción hibrido, ha dado resultados extraordinarios para convertir, lo que en 1970 era una economía rural y manufacturera, en el principal productor de bienes industriales del planeta. En consecuencia, esta fusión de la economía de mercado, propia del sistema capitalista, con la economía planifica y centralizada a que se abraza el comunismo, presagia el surgimiento de una nueva ideología auspiciada por el modelo chino, que pudiera denominarse con el nombre de: » La ideología hibrida de la sociedad del siglo XXI.
Fuentes:
1- Carlos Marx. Manifiesto del partido comunista. 1948. La clase dominante crea idea para justificar du dominio.
2- Friedrich Nietzsche. Más allá del bien y del mal. 1886. Cuestiona la base de la cultura occidental.
3- Hanna Arendt. Los orígenes del totalitarismo. 1951. El antisemitismo y el imperialismo.