OCUPACION DE LA POBLACION DE BARAHONA POR LAS FUERZAS DOMINICANAS. 4 DE ENERO DE 1855.

Fechas Históricas Dominicanas

Por Luis e. Alemar

Listín Diario, 4 de enero de 1930.

Ni menos poderosa pero ni mucho menos sangrienta fue la campaña librada por los dominicanos contra los haitianos de 1855 a 1856, cuando el ambicioso Emperador Souluque, siempre en su funesto afán de adueñarse del territorio dominicano, lanzó sus huestes sobre nuestras fronteras, para verlas deshechas y derrotadas vergonzosamente en las gloriosas jornadas de La Meseta, Santomé, Cambronal, Sabana Mula y otros sitios memorables, en los cuales se llenó de gloria el aguerrido ejército dominicano…

Nuestro trabajo de hoy, rememora la toma do Barahona por las fuerzas dominicanas efectuada por el Coronel Pedro Valverde, enviado allí por el General Santana el día 30 de Diciembre de 1855. Aquella plaza, abandonada Injustificablemente por su defensor el Coronel Bernabé Polanco en hora infeliz, de cuyo acto nunca pudo justificarse justamente, pues llegó, en su afán de abandonar pronto dicha plaza, hasta quemar las cureñas de los cañones, «sin ver siquiera al enemigo», lo que le valió ser condenado a muerte por un Consejo de Guerra, siendo indultado por el General Santana, a petición de la oficialidad de los cuerpos armados de Azua.

Ya dijimos que ante la gravedad de la situación creada en Barahona por el Coronel Polanco, resolvió prontamente el General Santana el envío de fuerzas suficientes al mando de Valverde y de los comandantes Matías de Vargas, Antonino de Aza y otros buenos oficiales, con la misión de ocupar la plaza abandonada tan imprudentemente, la cual ocuparon el día 4 de Enero, continuando después la columna su marcha con dirección a Enriquillo, protegida siempre por algunos buques de la flotilla nacional, mandada por el General Juan Bta. Cambiaso, que acompañó la columna hasta Riosito. El día 6 de enero la columna derrotó a los haitianos en EL CAN, las cuales amenazaban aquella parte. En esta acción tomo parte personalmente el General Juan Bta. Cambiaso, que se encontraba en tierra casualmente, lo que le valió su merecido ascenso a General de División.