Sigamos defendiendo nuestro medio ambiente

Por: Rafael Augusto Sánchez 

El método de extracción de Barrick usa el cianuro, cadmio y mercurio

Por todas partes se advierten indicios de que la naturaleza protesta cuando se le viola y no se le ama. Si esto sigue adelante, la víctima puede morir de amargura e indignación, y con ella todos aquellos a quienes alimenta”. Peter Tompkins.

Cuando uno se sienta a escribir atormentado por los problemas más acuciantes de nuestro país, la duda asoma, pues son todos importantes, ya que gravitan sobre las cabezas de todos los dominicanos.

En ese sentido pasaron por nuestra mente la irresponsabilidad de nuestros diputados con relación al tema de las tres causales; el flagelo y solución de la pandemia y la amenaza de la calidad del agua como también su producción y, obviamente, la afectación de manera directa al medio ambiente.

Hablar de agua y medio ambiente no es hablar de algo intranscendente. Estas inocentes palabras regirán el modus vivendi de nuestros nacionales en lo mediato e inmediato. Considero que las mismas son sagradas y deberíamos anteponerlas a palabras como “negocio”, “lucro”, o “conveniencia política”.

Consideramos que después que la Academia de Ciencias y algunas otras instituciones serias y calificadas han hecho estudios científicos sobre posibles proyectos mineros, agrícolas o turísticos, solicitar estudios posteriores de impacto ambiental está de más y son irrelevantes e improcedentes, por no decir aberrantes.

Desde el momento que se comprueba que un proyecto es dañino y se decide no darle paso, nunca más debería estar en la palestra; pero los dominicanos jugamos mucho al olvido y a la permisividad.

Lo más importante de todo es que en áreas que han sido catalogadas como protegidas, el Ministerio de Medio Ambiente nunca debería recibir ninguna solicitud para proyecto alguno.

Las mineras y los emporios turísticos del mundo siempre mantienen sus ojos puestos en este terruño insular sabiendo del gran potencial de que dispone, y somos nosotros, los dominicanos, los llamados a defenderlo porque su voracidad no tiene límites.

Estas compañías mantienen un celo incuestionable con el protocolo de seguridad ecológica y la supervisión de los trabajos que ellos realizan en sus lugares de origen para que no dañen su medio ambiente, pero no así cuando los realizan en otros países. Así lo manifestó un ejecutivo de Barrick Gold en una entrevista que vimos por youtube.

El método de extracción de Barrick utiliza el cianuro, cadmio y mercurio, envenenando los ríos y el entorno de los lugareños produciendo enfermedades irreversibles.

En 2013 Fredy Espejo trabajaba en la Barrick de Argentina y al informar a sus jefes que el cianuro estaba matando los peces y la fauna fue despedido.

El 14 de septiembre del 2015, en la mina de Veladero, Argentina, propiedad de la Barrick Gold, una cañería de cianuro tuvo una ruptura y un importante derrame ocurrió. La Barrick vertió un millón de litros de agua con cianuro.

El Gobierno prohibió el consumo que no fuera agua mineral, además se querellaron contra la empresa por el daño. La Justicia dispuso la clausura.

Fueron procesados nueve ejecutivos de la minera.

El 17 de septiembre del 2020 la Justicia chilena cerró definitivamente el proyecto aurífero Pascua Lama, de la Barrick, por los daños causados en la frontera entre Chile y Argentina

«La magnitud del peligro de daño en la salud de las personas hace necesario el cierre del proyecto minero Pascua Lama al no parecer viables otras alternativas de funcionamiento seguro para el medio ambiente y la salud de la población», indicó el fallo del tribunal.

Y nos preguntamos ¿por qué quiere o quería la Barrick hacer la presa de cola en Monte Plata? ¿No le basta con los daños causados en Cotuí?

Y ¿Cómo se atreve Falcondo a pedir permiso para seguir explotando en loma Miranda sabiendo que es un área protegida? La voracidad no tiene límites.

Nunca entendimos cómo el pasado ministro de Medio Ambiente permitió que depredadores sembraran aguacates en el área protegida de Valle Nuevo y en el Parque Nacional Sierra de Bahoruco.

Hay depredadores y presas. Leones y corderos. ¿Qué somos los dominicanos?

Los parques nacionales constituyen reservas naturales y culturales que estamos obligados a legar a nuestros hijos y nietos.

El nuevo Ministro de Medioambiente hasta el momento ha demostrado probidad y profesionalidad en el manejo de ese departamento y esperamos que corrija los entuertos del pasado y no permita que surjan nuevos en el presente ni en el futuro.

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